Por Nathali Gómez • @laespergesia / Ilustración Justo Blanco
Siempre ha creído que desde muy pequeño le enseñaron a cruzar la calle con seguridad, siguiendo las indicaciones del semáforo. Si lo piensa así, es hora de ir sabiendo que ha estado equivocado y que hacerlo correctamente depende de una serie de factores poco relacionados con usted.
- Que el semáforo esté para usted no significa que pueda cruzar. Deje de ser osado.
- Los motorizados tratarán, por todos los medios, de impedir que pueda llegar vivo o sin los nervios alterados al otro lado de la avenida.
- Los que manejan camionetotas blindadas y las camioneticas piensan que les regalan un tanque de gasolina si se lo llevan por el medio.
- Si es adulto mayor o tiene alguna dificultad para desplazarse, hágase acompañar por la multitud.
- Además de mirar el semáforo, los carros en perspectiva, las motos que puedan comerse la flecha, debe apuntar la vista al piso: un hueco lo podría tomar desprevenido.
- Busque el rayado. Parece obvio pero no siempre pasa.
- Busque a Dios también. Lo necesita para cruzar.
- Piense en el tiempo perdido cada vez que los escoltas paren el tráfico de toda una avenida para que alguien, que no puede perder ni un segundo, se traslade.
- No se le lance a los carros.
- Cómprese unos lentes de visión camaleónica.