POR NATHALI GÓMEZ • @LAESPERGESIA / ILUSTRACIÓN JUSTO BLANCO
Usted tiene un problema: cobra por todas sus opiniones. Ha tratado de expresarse de manera gratuita, pero si no suena una caja registradora se frustra y cree que sus neuronas han sido puestas en marcha en vano. Es por ello, y sabiendo este problema, que lo ayudaremos a manifestarse sin esperar nada a cambio.
- Es vital que entienda que sólo quienes están acostumbrados a recibir beneficios por sus convicciones lo señalarán de ser tarifado. Así que huya de ellos.
- Hablar de lo que le gusta, sin que haya depósito en la cuenta bancaria, es hermoso.
- Ya que se está rehabilitando, empiece a entender que cualquier monto es muy pequeño para pagar un pensamiento.
- No les demuestre a los demás que no recibe cosas a cambio. Es mejor dejarlos con sus elucubraciones graciosas.
- Compadézcase de la pequeñez de espíritu que tiene tanto el que cobra como el que piensa que sólo cobrando puede expresar ideas.
- Debido a que se es un extarifado, la amargura se empezará a disipar de su corazón.
- Huya de quienes quieran comprar sus opiniones o sus silencios.
- Vea con pena a quienes callan sus más íntimos pensamientos por algún beneficio.
- Siéntase libre, lo es.
- Mire a su alrededor: hay brillo.