Por Nathali Gómez • @laespergesia / Ilustración Justo Blanco
Ya lo sabemos: hace falta estar sano para enfermarse.
- Usted negará que está mal hasta que esté peor.
- La idea del ruleteo espanta cualquier intento de empeorar.
- Sólo estar enfermo hace que ir a un hospital o a una clínica sea igual de aterrador.
- Su familia se enferma (de los nervios).
- Empezará a creer en menjurjes milagrosos, en poderes extraterrenales y en la sopa de patas de pollo.
- Los consejos llegarán de los lugares más inesperados.
- Que nadie pretenda que mantiene el buen humor.
- Estar enfermo es sentirse perdido. Le será difícil encontrarse.
- Que “la vida es una gran sala de espera”, eso ya lo sabe.
- Que se mejore.