Por Nathali Gómez • @laespergesia / Ilustración Justo Blanco
Si cree que el coronavirus se tomó unas vacaciones por estos días, porque sabe que usted estuvo mucho tiempo encerrado y triste, lamentamos decir que está tan activo como siempre y que siempre está esperando cualquier oportunidad para atacar.
- Flexibilícese, pero no se parta.
- Sea cariñoso con las palabras y deje esa abrazadera y besadera.
- No caiga en las compras nerviosas, que le extinguirán la quincena en el primer puesto de empanadas que se le atraviese.
- Salga de su casa a ver cómo se flexibilizan los demás.
- Póngale tapabocas al Niño Jesús del nacimiento.
- Mantenga el control la mayoría del tiempo.
- Tómese sus traguitos postergados, pero no se ponga con la abrazadera y agarradera. Recuerde el distanciamiento social.
- Piense que en enero la nueva normalidad vendrá más radical.
- Sea feliz.
- Baile por mí.