16/08/24.
Un día, estando lejos de casa, oí el estruendo de un fuego que me pareció que venía de la parroquia. Se me ocurrió que tal vez el fuego hubiera prendido en mi casa. Antiguamente, el pavor de que pudieran perderse mis manuscritos se habría apoderado de toda mi alma; pero noté con doble asombro que la posibilidad de que el fuego hubiera prendido en mi casa me dejaba indiferente, casi feliz ante la idea de que, al destruirse esos manuscritos, mi vida se simplificaría. Antiguamente, la pérdida de mis manuscritos, de la obra fragmentaria más cuidada de mi vida, me habría llevado a la locura; ahora ya la contemplaba como un incidente azaroso de mi destino, no como un golpe mortal capaz de aniquilar mi propia personalidad al aniquilar sus manifestaciones.
Entonces empecé a comprender cómo acaba por cansar de todo el esfuerzo continuo de la perfección inalcanzable, y comprendí a los grandes místicos y a los grandes ascetas, que reconocen en el alma la futilidad de la vida. ¿Qué habría de mí en aquellos papeles escritos? Antes habría dicho: “todo”; hoy diría: “nada”, o “poco”, o “algo extraño”.
Me había vuelto objetivo para conmigo. Pero no alcanzaba a distinguir si con esto me había encontrado o me había perdido.
Fernando Pessoa (Lisboa, 1888-1935)
Poeta y escritor portugués, uno de los más brillantes e importantes de la literatura mundial y, en particular, de la lengua portuguesa. Escribía poesía encarnando diversos autores ficticios, heterónimos con diferentes estilos, modos y voces, un desdoblamiento literario de su personalidad que lo convirtió en un autor enigmático. A diferencia de los pseudónimos, sus heterónimos son personalidades poéticas completas: identidades falsas que de algún modo se vuelven verdaderas a través de una manifestación artística propia y diversa del autor original. Entre ellos destacan Alberto Caeiro, Álvaro de Campos y Ricardo Reis. Con alguno de estos nombres llegaba incluso a escribir y publicar críticas de obras que había escrito bajo otros nombres. Su poesía fue recogida en los volúmenes Obras completas: I. Poesías, de Fernando Pessoa (1942); II. Poesías, de Álvaro de Campos (1944); III. Poemas, de Alberto Caeiro (1946); IV. Odas, de Ricardo Reis (1946); V. Mensagem (1945); VI. Poemas dramáticos; VII. y VIII. Poesías inéditas, 1955-1956. Su obra ensayística ha sido recogida en Páginas íntimas de autointerpretación (1966), Páginas de estética y de teoría y crítica literarias (1967) y Textos filosóficos (1968). Un cuarto heterónimo de gran importancia en la obra de Pessoa es Bernardo Soares, autor del Libro del desasosiego (1982) su principal contribución en prosa a la literatura universal.
ILUSTRACIÓN: CLEMENTINA CORTÉS