29/08/24.
Vi las imágenes del fusilamiento. Un poste clavado en el suelo, atado a él un hombre joven, vestido con unos pantalones oscuros y una camiseta, el pelo muy corto. Dos o tres oficiales norteamericanos están cerca, uno de ellos enciende un cigarrillo, después se aproxima un cura que dice no se sabe qué, mientras el condenado, con el cigarrillo sujeto por los labios, aspira y suelta una bocanada de humo. Unos segundos más y se apartan todos, no vemos a los soldados que van a disparar, se diría que la cámara de filmar está en mitad del pelotón de fusilamiento. De repente, el cuerpo es sacudido por las balas, resbala un poco a lo largo del poste, pero no está muerto: se agita débilmente. Los oficiales se aproximan, uno de ellos parece llevar la mano a la pistola, quizá va a darle el tiro de gracia, no se llegará a saber, la imagen acabó. Se dijo que el italiano no era soldado, que había sido, con otros, lanzado en paracaídas tras las líneas norteamericanas para actos de sabotaje, que las llamadas leyes de guerra parecen no perdonar. Todo esto es horrible, pero, no sé por qué, se me fija más en la memoria el ritual escénico del último cigarrillo del condenado a muerte, como si cada uno de aquellos hombres estuviese representando un papel: el cura para dar la absolución, el condenado que pide o acepta el cigarrillo, la mano que lo enciende, probablemente la misma que disparará el último tiro. El otro lado de la tragedia es muchas veces la farsa.
José Saramago (Azinhaga,1922 - Tías, 2010)
Poeta y escritor portugués, una de las voces más importantes de la literatura portuguesa de todos los tiempos. Galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1998, conocido internacionalmente tanto por su obra literaria como por su posicionamiento político. Periodista y miembro del Partido Comunista Portugués, sufrió censura y persecución durante los años de la dictadura de António de Oliveira Salazar. Se sumó a la Revolución de los Claveles que llevó la democracia a Portugal en el año 1974 y mantuvo una postura ética y estética por encima de partidismos políticos. Alzado del suelo (1980) fue la novela que le reveló como el gran novelista renovador portugués. Siguieron obras como Memorial del convento (1982), El año de la muerte de Ricardo Reis (1984), La balsa de piedra (1986), Historia del cerco de Lisboa (1989), El evangelio según Jesucristo (1991). Posteriormente publicó Ensayo sobre la ceguera (1995). En 1997, lanzó Cuadernos de Lanzarote (1993-1997) y Ensayo sobre la lucidez (2004), novela en donde investiga los límites de la democracia.
ILUSTRACIÓN: MAIGUALIDA ESPINOZA COTTY.