16/12/24. La Navidad, es una época llena de alegría y celebración, pero también suele ser detonante de cambios bruscos a nivel de emociones. Estos días pueden convertirse en momentos de profunda tristeza y soledad para muchas personas mayores. Las ausencias, los cambios en la rutina y las altas expectativas sociales afectan la salud mental. Sin embargo, es posible transitar estas fechas de manera más serena y satisfactoria.
...abrazar las emociones, establecer límites, buscar apoyo, practicar el autocuidado, la gratitud, la bondad y reconocer la abundancia que hay en cada uno de nosotros y en nuestro entorno, tendremos un estado de conciencia que nos hará mejores seres humanos...
Desafíos emocionales en la Navidad para personas mayores
La soledad:
La ausencia de seres queridos, la dificultad para desplazarse o las limitaciones físicas pueden aislar a las personas mayores, especialmente durante las fiestas.
La nostalgia:
Los recuerdos de navidades pasadas suelen generar una sensación de pérdida y melancolía, especialmente si se han producido cambios significativos en la vida como mudanzas o duelos recientes.
Las expectativas sociales:
La presión de asistir a reuniones familiares o sociales, de mantener una actitud positiva o de cumplir con ciertas tradiciones es muchas veces abrumadora.
El miedo al futuro:
Las preocupaciones por la salud, la economía o la pérdida de autonomía suelen aparecer y hacerse más recurrentes, durante el último mes del año.
Consejos para promover el bienestar emocional
Aceptar las emociones:
Es normal sentir tristeza, soledad o nostalgia durante la Navidad. Reconocer estas emociones sin juzgarlas, es el primer paso para superarlas.
Establecer límites: Evitar la obligatoriedad de asistir a todos los eventos sociales. Es importante escuchar al cuerpo y a la mente y no ir a lugares donde se tenga que estar a la defensiva y en estado permanente de alerta.
Crear nuevas tradiciones: Iniciar nuevas tradiciones contribuye a darle un nuevo significado a la Navidad y a crear recuerdos positivos. Si ahora se vive en otro país, por ejemplo, mantener las tradiciones venezolanas, pero conocer las festividades propias del lugar y disfrutarlas, puede ser muy gratificante.
Conectar con los demás: Mantener el contacto con amigos y familiares, ya sea de forma presencial o virtual, reduce la sensación de soledad.
Buscar apoyo profesional: Si la tristeza o la ansiedad son demasiado intensas, no desestimar la ayuda de un terapeuta o un grupo de apoyo.
Practicar el autocuidado: Dedicar tiempo a actividades que relajen y hagan sentir bien, como leer, cantar, escuchar música, realizar ejercicio, no excederse con la comida y el consumo de alcohol, practicar algún hobby o mantener contacto con la naturaleza.
Fomentar la gratitud: Centrarse en las cosas buenas de la vida, por pequeñas que sean, conlleva a mejorar el estado de ánimo y aumentar la sensación de plenitud.
Obrar con bondad: Unirse a grupos de voluntarios, donar ropa o juguetes de los nietos que ya no se usen para llevar algo de alegría a quienes tienen carencias, son actos de verdadero regocijo interno.
La importancia de la comunidad
La comunidad juega un papel fundamental en el bienestar emocional de las personas mayores. Vecinos, amigos, familiares y organizaciones comunitarias pueden ofrecer apoyo, compañía y actividades durante la Navidad y a lo largo del año.
Una reflexión para todas las personas sin importar la edad
Al abrazar las emociones, establecer límites, buscar apoyo, practicar el autocuidado, la gratitud, la bondad y reconocer la abundancia que hay en cada uno de nosotros y en nuestro entorno, tendremos un estado de conciencia que nos hará mejores seres humanos no sólo en diciembre, sino todo el año.
POR KEYLA RAMÍREZ • @envejecer_siendo
ILUSTRACIÓN JADE MACEDO • @jademusaranha