13/07/2023. De las cosas que no entiendo a veces, es como a nuestros grandes realizadores de telenovelas o series no se les ha ocurrido escribir la vida de Felipe Pirela para la televisión, aunque ya ocurrió en el cine, primero por el documental La vida es un bolero realizado por nuestra querida amiga Milagros Rodríguez Gallad, y luego El malquerido de nuestro difunto amigo Diego Rísquez, y como radionovela por entregas casuales, en pleno desarrollo desde sus inicios, pasando por el enamoramiento de Mariela, la terrible conspiración de su suegra Aminta Prieto que condujo el divorcio inefable, los exilios artísticos provocados por la misma causa, y finalmente su trágica muerte.
Eso que pasa ahora con Shakira y Piqué, una puesta en escena de una ruptura amorosa y despecho relatado en canciones por la hermosa diva barranquillera, ya había ocurrido en los años sesenta y un piquito de la siguiente década, hasta que ocurrió el crimen en 1972.
Los ires y venires de la historia de amor y desamor, se fueron montando en la radio incluidas sus propias composiciones que relataban el drama amoroso más doloroso de la década, aderezado por composiciones de otros autores, que le daban el toque romántico, a aquella saga de amor. “Sombras nada más/ entre tu amor y mi amor”… el tango de Francisco Juan Lomuto (apodado Pancho Laguna) y el letrista José María Contursi Briano (apodado Catunga)… Una letra poética y matadora, sino que lo diga él: “Y yo quedé como un duende temblando/ sin el azul de tus ojos de mar/ que se han cerrado para mí/ sin ver que estoy aquí/ perdido en mi soledad”. ¡Ayayay!
Lo de la serie está casi hecha, un héroe fallido, el mayor vendedor de discos de entonces, adorado por masas, gracias a su voz nasalizada y perfecta, dos contrafiguras, la suegra y la joven esposa, que obviamente se engolosinaron con las ganancias cuantiosas de sus regalías por los millones de discos y las giras internacionales por el continente americano, y unas cuantas giras por Estados Unidos. El resto son historias plasmadas en las biografías que releí el fin de semana, como les contaba, la de Eduardo Fernández en Panorama y la de Ugueto por Editorial Aguilar.
Volviendo a Felipe vamos a recordar que, por alguna extraña razón, se consustanció con sus canciones, lo que no se supo nunca fue, si ya el venía maleado por el amor o si aquellos terribles boleros se le metieron en el alma hasta su propia destrucción.
POR HUMBERTO MÁRQUEZ • @rumbertomarquez
ILUSTRACIÓN ERASMO SÁNCHEZ • 0424-2826098