14/12/2023. Se pueden imaginar cómo está una zuliana cuando se pierde en Caracas. Empecé a caminar desde la sede de Épale CCS hasta Bellas Artes y, aunque, no es mucho el trayecto, sentía que no me daban los pies para otro paso. Me dirigía al Instituto de las Artes de la Imagen y el Espacio (Iartes), pero me confundí y llegué hasta la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte).
La zuliana perdida, desesperanzada surgió. Ya iba a tirar la toalla, cuando recordé que las tecnologías a veces son nuestras aliadas y usé el Map del celular. Coloqué en el buscador Iartes y asunto resuelto, en menos de cinco minutos, ya estaba entrando al edificio. "Hale", me dijo la puerta. Por fin, entré al lugar más buscado esa tarde caraqueña.
La desesperanza le bajó dos cuando entré a la sala Gladys Meneses y ví nuestro mapa de Venezuela completico. Con el Esequibo como es, libre, sin esas rayas que parecen una jaula, una cárcel. Ví a nuestra Venezuela impetuosa, elegante, histórica, heroica.
Además, me contagió la alegría de los artistas reunidos, celebrando la juntura, la navidad, la vida, la amistad, la historia de nuestra patria. "Ellos también son héroes", pensé.
Seguidamente, pasé a la sala donde estaban prolijamente dispuestas a la vista de todos y todas, 46 obras sobre la Guayana Esequiba. Sí, porque 46 artistas plásticos plasmaron en esa figura, que asemeja la pata de una elefanta madre, sus apreciaciones, sus sentimientos, la efervescencia de una historia que cuenta verdades.
Allí hacen denuncias, exigencias, reclamos. Porque, finalmente, son Miradas de nuestro Esequibo. Podemos ver a través de sus trazos, todo lo que hay sobre ese territorio tan mío como tuyo, tan nuestro.
Cada obra representa una visión distinta, pero, que sumadas, son el resultado de una mirada entera. Una idea del artista plástico Luis Galíndez que reunió a los y las poetas de la plástica para hablarnos de la Guayana Esequiba, un 15% de territorio patrio.
Me encontré con la biodiversidad del Esequibo: su fauna y su flora; cimas primigenias desde las que caen aguas vivas; los colores que da el sol a los cielos de nuestra Guayana Esequiba; encontré simbologías; las siluetas de hombres a caballo, representando a los héroes criollos, y con el rostro de las mujeres que lucharon la independencia de la Guayana toda, todita, desde el río Esequibo; con la bandera y sus ocho estrellas y a Bolívar que mandó a colocar la octava estrella en ese universo que es el Tricolor Nacional.
Las expresiones de rabia y denuncia. ¡Esto no puede faltar! Porque reivindica lo obstinados que somos los venezolanos y las venezolanas cuando de soberanía e independencia se trata.
El león con sus garras sobre el Esequibo, en representación del imperio británico y su ganas de devorar nuestro derecho histórico sobre esas tierras; y de más acá, de esta época, la bota de ExxonMobil pisando y contaminando la Guayana Esequiba; hallé también, un laudo arbitral hecho trizas sobre una mesa, en la que están sentados los jueces que impulsaron el fraude procesal contra Venezuela y que terminó con el despojo del Esequibo.
Estos trazos me inspiraron a pensar en un grito: ¡Gloria al Bravo Pueblo! Pero gritarlo a todo pulmón en la cima de las serranías nuestras. Hay que contemplar Miradas de nuestro Esequibo, no sólo en Iartes, en todos los rincones de nuestra Venezuela. Y que, sobre todo, nuestros niños, niñas y jóvenes, se bañen de sus colores históricos.
Sin embargo, es bueno llevar a los chamos y llegar todos a esta exposición que estará abierta hasta finales de enero. Recuerden, en Iartes, avenida México de Caracas.
Lo que dijeron los protagonistas
Aprovechamos que los protagonistas de esta exposición estaban reunidos en una fiesta navideña para conversar con algunos de ellos.
Erasmo Sánchez, quien es ilustrador de Épale CCS desde hace cinco años, nos dijo que la importancia de esta muestra pictórica, radica en la enseñanza que deja. Más allá de los libros, se puede educar a la población a través de las artes, y eso es lo que persiguen estos 46 artistas.
“Esta iniciativa de Luis Galíndez y el profesor Zacarías García, director de Iartes, le dio fuerza a esta exposición”, expresó Sánchez.
El trabajo de Sánchez, elaborado con la técnica de tinta china, es el manifiesto de un reclamo histórico. Refleja la perversión del imperio británico sobre tierra venezolana, representada en la garra del león.
El artista plástico Víctor Rosales destacó el reclamo justo e histórico de Venezuela sobre el Esequibo. Además, que se esté retomando con “mayor fuerza y valentía” esa lucha. Su obra, contó Rosales, es la expresión simbólica de “lo nuestro dentro del Esequibo”. Es decir, de la cultura, tradiciones, héroes y biodiversidad.
Entretanto, Josefina Guerra, expuso el fraudulento laudo arbitral de 1899, cuyos trozos están desperdigados sobre la mesa de la traición. “Rompí el laudo arbitral como expresión de protesta”, dijo Guerra.
También usó los colores para mostrar el lado positivo: el amarillo, azul y rojo en la frontera, para destacar que es nuestro Esequibo; el dorado, para hacer énfasis en los recursos naturales que posee el territorio.
Unidas con lazos:, así con dos puntos, es la obra de la artista Rosa Maicán. Ella nos explicó que esta forma en que tituló su obra se debe a ese reclamo histórico de Venezuela sobre un territorio que le despojó del imperio británico, y que, ahora, Guyana, con ayuda de ExxonMobil y Estados Unidos quiere arrebatarnos definitivamente. Maicán pintó el tepuy Marisma, una de las bellezas verdes con las que cuenta la Guayana Esequiba.
Los artistas plásticos que exponen en Miradas de nuestro Esequibo, forman parte del Congreso Nacional de las Artes, la Imagen y el Espacio, capítulo Distrito Capital. Esta muestra la hicieron con el fin de aportar a la causa de la Revolución Bolivariana en defensa de la soberanía de la nación.
POR SARAH ESPINOZA • @sarah.spnz
FOTOGRAFÍAS MAIRELYS GONZÁLEZ •@mairelyscg27