20/12/23. María. Madre de Dios, así dice la oración, pero ¿quién es? ¿quién fue? ¿por qué su silueta trazada en la Biblia ha sido objeto de estudio para quienes estudian el género y los roles en la sociedad? Con frecuencia encontramos frases que señalan que María cuya presencia no es muy extensa, pero sí intencionada como dice Trinidad Martín es el arquetipo de lo femenino para la Biblia. Ella es la mujer que ha de ser imitada y venerada.
En ella, el privilegio más grande al que puede llegar una mujer es a ser madre, al tiempo que su vida rodeada de hombres la dibujan como una mujer sumisa y obediente, a Dios padre; a José, su marido; y, luego, a Jesús, su hijo. Con ellos, María no habla con sus iguales, suplica e intercede, al tiempo que obedece.
Más allá de este tema, María de Nazareth era una mujer que anduvo sobre una tierra herida. Las ciudades santas y tierras que, con saña vienen siendo tomadas por Israel sobre sus habitantes históricos, que son árabes, judíos y cristianos. Por estas fechas, mientras el mundo disfruta la navidad, están abiertos en el mundo varios frentes de batalla y ninguno ha sido más sangriento que las escenas que pasan por las tierras en las que María buscaba dónde tener al niño. Como ella, miles de mujeres en Gaza han arreado su cuerpo gestante del norte al sur, de la casa al campo de refugiados, de este al hospital.
Madres que han escrito en todas las partes del cuerpo de sus hijos sus nombres, temiendo que una bomba les descuartice y que huyen de una noche más oscura que la de Herodes pues en Gaza han muerto más niños que todos los que han caído en los registros contemporáneos. Es esa quizás otra lectura de María, la de la madre que lucha sabiendo que su hijo no vivirá todo el tiempo que podría. Como las madres que se desplazan por las mismas tierras que anduvo ella y en todas las demás en las que se desarrolla un conflicto bélico.
Hemos venido haciendo las cosas bastante mal. Ni las promesas de 1945 ni los golpes de pecho de pandemia, ni la experiencia repetida de los genocidios han logrado hacer del mundo un lugar de respeto a la vida, a la diversidad y a la multiculturalidad. Es ese, todos los años, el más válido de los deseos y de los empeños, desear que en el tiempo que arranca sea, como decía Alí, “más humana, la humanidad”.
POR ANA CRISTINA BRACHO • @anicrisbracho
ILUSTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta