18/04/24. Gabriela Mistral, cuyo verdadero nombre era Lucila Godoy Alcayaga, nació el 7 de abril de 1889 en Vicuña, Chile. Desde pequeña mostró un gran interés por la literatura y la educación, lo que la llevó a convertirse en una de las figuras más importantes de la poesía latinoamericana del siglo XX.
Mistral comenzó su carrera como maestra en diversas escuelas rurales de Chile, donde pudo experimentar, de primera mano, las duras realidades de la vida en el campo y la importancia de la educación en la formación de los niños y las niñas. Esta experiencia marcó profundamente su obra poética, que se caracteriza por su sensibilidad hacia los problemas sociales y su compromiso con la justicia y la igualdad.
Su estilo poético se identifica por su lenguaje sencillo y directo, pero cargado de una profunda emotividad y un intenso lirismo que conmueve a sus lectores.
Libros
La poeta chilena es una de las más prolíficas autoras en el quehacer literario, con una extensa lista de títulos que le confieren el reconocimiento que posee en la actualidad. A continuación, parte de su obra:
- En 1922, se publicó en Nueva York su primer libro de poemas, titulado Desolación, que le valió elogios de la crítica y el reconocimiento como una de las voces más originales y potentes de la poesía en lengua española.
- Dicha publicación fue la antecesora de una serie de publicaciones en tierras extranjeras. Así pues, en México publicó Lecturas para Mujeres en 1924 y, en España, la primera versión de su libro Ternura.
- En 1930, la Editorial Sur publicó en Buenos Aires, su libro Tala, dedicado a las infancias españolas, víctimas de la guerra civil.
- Posteriormente, en 1954, Mistral publicó Lagar, que corresponde al único libro de toda su amplia producción en vida, cuya primera edición vio la luz en Chile antes que en el extranjero.
Reconocimientos
En 1945, Mistral se convirtió en la primera mujer latinoamericana en recibir el Premio Nobel de Literatura. Además, fue el primer galardón que la Academia Sueca entregó para reconocer el valor de las letras latinoamericanas.
Casi veinticinco años después de la publicación de su poemario Desolación, la autora chilena recibió este reconocimiento por su contribución a la cultura universal. Asimismo, enalteciendo el poder de su lirismo inspirado en un sentimiento que alzó a la poeta como un símbolo del idealismo del mundo latinoamericano.
En 1950, le otorgaron el premio Serra de las Américas de la Academy of American Franciscan History de Washington y en 1951 el Premio Nacional de Literatura de Chile. En 1953 es nombrada cónsul en Nueva York y también delegada de la Asamblea General de Naciones Unidas.
Defensa de la mujer
A lo largo de su carrera, Mistral abordó temas como el amor, la maternidad, la muerte y la identidad nacional. Siempre lo hizo desde una perspectiva en defensa de los derechos de las mujeres, además, con el tono humanista que la convirtió en un símbolo de la lucha de las féminas y de los más desfavorecidos.
Además de su labor como poeta, Mistral también se desempeñó como diplomática y educadora, representando a Chile en diversos países y promoviendo la educación y la cultura como herramientas para el desarrollo humano.
Su legado sigue vivo en la memoria colectiva de América Latina, donde es recordada como una de las grandes figuras de la literatura universal y un ejemplo de integridad y compromiso con los valores humanos.
Gabriela Mistral falleció el 10 de enero de 1957 en Nueva York, dejando tras de sí un legado literario inmortal que sigue inspirando a generaciones de lectores en todo el mundo. Su poesía, marcada por su profunda humanidad y su compromiso con los más vulnerables, sigue siendo una fuente de inspiración para quienes buscan en la literatura un refugio y una voz para los que no tienen voz.
POR SARAH ESPINOZA • @sarah.spnz
ILUSTRACIÓN ENGELS MARCANO • cdiscreaengmar@gmail.com