09/05/24. La hipersexualización infantil hace referencia a la promoción de comportamientos y vestimentas que hagan parecer a los niños y niñas mayores de lo que en realidad son, exhibiendo elementos o atributos que los hacen sexualmente atractivos o atractivas.
Quizás algunos padres, madres, cuidadores o representantes, no se dan cuenta cuando están hipersexualizando a un niño o niña. Generalmente, forman parte de esta, acciones como incentivarlos a vestirse con ropa no apropiada para su edad o impulsar comportamientos que no son naturalmente de los menores.
Por ejemplo, preguntarle a un niño “cuántas novias tiene”, “agárrale la mano a la niña que está linda” o “dále un beso a la niña”. O maquillar y vestir como una adulta a una niña o pedirle que baile de forma seductora delante de los invitados.
De esto nos habla María Berrío, psicóloga y militante feminista, quien expresó a Épale CCS, que las causas de este fenómeno, si bien son diversas, una de las principales radica en la comercialización de la sexualidad. La especialista indicó que la venta de productos relacionados con la apariencia física, como ropa y maquillaje, promueve la idea de que la belleza y la sexualidad son aspectos fundamentales para el éxito social y económico.
“En la cultura patriarcal y en el capitalismo hay un modelo de belleza femenino y en las últimas décadas también masculino, impuesto y queremos parecernos a esos modelos. En ello se basa la industria del cosmético, altamente rentable”, destacó Berrío.
En ese sentido, comentó que esta misma situación lleva a que, desde temprana edad, se inculque a las niñas y niños la necesidad de cumplir con ciertos estándares estéticos. Es el caso de las niñas, donde algunos adultos quieren que “se desarrollen dentro del modelo de belleza impuesta y se comienza desde muy temprano a través de la ropa, el maquillaje, la manera de moverse (clases de modelaje) y luego sigue con el baile y las actitudes seductoras”, recalcó la activista.
Por otro lado, advirtió que la hipersexualización también está relacionada con el tráfico y trata de personas, ya que naturaliza la explotación sexual de menores y proporciona material para su promoción. Asimismo, los niños y niñas que han sido víctimas de abuso sexual pueden adoptar conductas hipersexualizadas como parte de su proceso de adaptación.
Impacto en el desarrollo emocional de las infancias
Al centrarse en aspectos sexuales a una edad temprana, se desvían de tareas emocionales y sociales propias de su etapa de vida, señaló Berrío. Afirmando que, en lugar de jugar, aprender y socializar con sus pares, dedican tiempo, energía y emociones a preocuparse por su apariencia y comportamiento sexualmente atractivo.
Al respecto, la activista explicó que las infancias tienen sensaciones sexuales y las viven de acuerdo con su nivel de desarrollo. La hipersexualización, en este caso, “altera este proceso y coloca a los niños y niñas en niveles de estimulación sexual correspondientes a otras edades o momentos de su desarrollo, perturban su emocionalidad”.
En definitiva, Berrío resaltó que se preocuparán más por desarrollar formas de vestir y actuar que se centren en hacerlos sentir más atractivas o atractivos sexualmente, para triunfar en un mundo de normas adultas.
Además, la imposibilidad de un niño o niña de parecerse a un cuerpo adulto semejante al modelo de belleza socialmente aceptado, afecta su autoestima, seguridad en sí mismo o misma, y la no aceptación de su cuerpo.
Las niñas y los niños tienen derecho a desarrollar su personalidad. Sin embargo, es contrario a ese desarrollo natural, incentivarlos a emular a los adultos. Por lo general, imitando a un o una artista de ciertos géneros musicales, influencers, personajes de series o películas, entre otros.
Es determinante abordar este problema desde una perspectiva integral que considere el bienestar emocional y social de las infancias, promoviendo un ambiente donde puedan desarrollarse de manera saludable y respetando sus etapas de crecimiento.
¡La clave es la conciencia y la acción colectiva!
POR SARAH ESPINOZA • @sarah.spnz
ILUSTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta