13/06/24. Hace un tiempo, cuando Francisco “Pacho” Maturana dirigía a la selección de Colombia y le tocó enfrentar a la Vinotinto de Richard Páez para las eliminatorias de Alemania 2006, el legendario entrenador de los cafeteros alabó el funcionamiento del equipo y prefiguró que el día en que Venezuela tuviera un delantero de jerarquía internacional en su plantilla, entonces podría aspirar seriamente a clasificar a una Copa Mundial de Fútbol.
Lamentablemente, la selección de Páez nunca tuvo en su plantilla un delantero de altos quilates que pudiera luchar cuerpo a cuerpo con los defensas rivales para abrir espacios, generar ocasiones para sus compañeros, bajando la pelota de espaldas al arco, estirando la cancha con un pase de cabeza o definiendo sus oportunidades con un fulminante pase a la red.
Hubo, claro que los hubo, delanteros que iluminaron el ataque con algunas pinceladas de creatividad y definición como Ruberth Morán, Alexander “Pequeño” Rondón, Daniel “Caricari” Noriega o Wilfredo “Columba” Moreno, pero ninguno tuvo la regularidad para marcar época y convertirse en la máxima referencia en el 11 de aquel equipo.
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No es de extrañar, en consecuencia, que fueron los mediocampistas Juan Arango, Gabriel Urdaneta y Ricardo David Páez, y los laterales con profundidad y llegada como Jorge “Zurdo” Rojas y Héctor González, o defensas con la pegada de José Manuel Rey y la habilidad para cabecear de Wilfredo Moreno, los responsables de las victorias más celebradas de la selección nacional que produjo el boom Vinotinto.
Páez no contó con el delantero del que hablaba Maturana, porque ese goleador de raza apenas comenzó a forjarse en 2007 en el Aragua FC, precisamente cuando el entrenador merideño dejó el cargo de seleccionador nacional.
Nos referimos, claro está, a José Salomón Rondón, el artillero más determinante y efectivo en la historia del fútbol venezolano que a sus 34 años ha rejuvenecido con el Pachuca en la Liga de México para bien de la Vinotinto y su indestructible sueño de clasificar a un Mundial.
Pero después de que la selección desperdiciara el talento de Rondón en las eliminatorias a Rusia 2018 y Catar 2022, debido a los múltiples quebrantos técnicos y dirigenciales que menoscabaron a la Vinotinto, esta vez el “Gladiador” está enfocado en ser ese goleador que vislumbraba Maturana.
La Copa América de Estados Unidos, que se diputará a partir del 20 de junio, podría servir de escenario para que el seleccionador nacional argentino Fernando “Bocha” Batista pruebe otros delanteros para que asuman la responsabilidad de suplir a Salomón Rondón y demostrar que pueden ser los herederos del “Gladiador” en el ataque.
En los últimos años ha surgido una lista larga de aspirantes a tomar el trono sin que ninguno haya podido calzar los botines del caraqueño. Los nombres de Sergio Córdova, Jhonder Cádiz, Eric Ramírez, Alejandro Marqués y Jan Hurtado han desfilado por el ataque de la selección sin mayor suceso. A esta lista hay que agregar a los prometedores Kevin Kelsy, Jovanny Bolívar y Saúl Guarirapa que también han exhibido talento para sacudir las redes.
Venezuela necesita construir su nueva artillería futuro y no puede esperar a que Salomón se retire para formar otro matador. El “Bocha” debe moldear a los jugadores para el ataque, darles minutos y confianza para que asuman el reto de ser las nuevas referencias del gol vinotinto.