20/07/24. Hola, amiga o amigo de esta columna, hoy te escribo para anunciar que esta entrega será la última de un ciclo. He decidido tomarme un período sabático indefinido.
Quiero que sepas que escribir estas reflexiones y datos sobre el running ha sido una de las tareas más gratas que he tenido por delante cada semana. Es decir, no dejo de hacer Trota Ccs porque esté harto o aburrido. Tampoco es porque se hayan acabado los temas, luego seis años y pico. En realidad, siempre hay algo que decir sobre esta especie de manía incurable de la corredera. La razón coyuntural es un asunto de salud en el que debo y quiero enfocarme.
También hay una causa estructural: por esos avatares que he confrontado, he perdido buena parte del impulso que me llevaba a trotar temprano en la mañana, varias veces por semana, incluyendo una tanda larga los domingos. Entonces, de pana, me siento un poco impostor al escribir sobre una actividad que estoy practicando muy esporádicamente. Me parece que en esto del trote y la carrera se aplica un refrán (creo que es alemán) que dice: “La verdad del pastel es comérselo”, así que tal vez vuelva a escribir esta columna cuando tenga algo que aportar, fruto de la vivencia cotidiana.
Agradezco a quienes me dieron la oportunidad de salirme de mi zona de confort profesional, que siempre ha sido el periodismo político. Cuando planteé esta idea, a finales de 2017, no faltó quien lo considerara algo muy raro o pensara que estaba enloqueciendo. Pero, como te dije arriba, me he divertido muchísimo mostrando esta otra faceta de mi vida, que es también la cara oculta de mucha otra gente.
Escribir sobre esta temática ha sido una válvula de escape en años tan duros como los que han transcurrido entre 2018 y el sol de hoy. Soy un privilegiado porque me he relajado trotando y también escribiendo sobre trotar.
Ha sido una experiencia de divulgación deportiva hecha por alguien que no es periodista deportivo. Y por esa peculiaridad, he aprendido mucho en el trayecto. Seguramente más de lo que he podido enseñar. También por eso debo estar agradecido.
En medio de este maratón (ya se han publicado más de 300 entregas, más de 750.000 caracteres) la revista Épale dejó de ser impresa y pasó al formato exclusivamente digital. Eso, infortunadamente, redujo bastante el alcance de la publicación y nos quitó unos cuantos lectores empedernidos. De todos modos, abrigo la esperanza de que alguien —aunque sea una sola persona— haya empezado a trotar animado por mis letras. Y también me sirve si alguien que había abandonado la actividad resolvió volver a ella. Si es así, consideraré cumplida mi misión. (LLEGADA)
POR CLODOVALDO HERNÁNDEZ • @clodoher
ILUSTRACIÓN JADE MACEDO • @jademusaranha