05/09/24.
Bandidos asaltan la ciudad de Mexcatle y ya dueños del botín de guerra emprenden la retirada. El plan es refugiarse al otro lado de la frontera, pero mientras tanto pasan la noche en una casa en ruinas, abandonada en el camino. A la luz de las velas juegan a los naipes. Cada uno apuesta las prendas que ha saqueado. Partida tras partida, el azar favorece al Bizco, quien va apilando las ganancias debajo de la mesa: monedas, relojes, alhajas, candelabros… Temprano por la mañana el Bizco mete lo ganado en una bolsa, la carga sobre los hombros y agobiado bajo ese peso sigue a sus compañeros, que marchan cantando hacia la frontera. La atraviesan, llegan sanos y salvos a la encrucijada donde han resuelto separarse y allí matan al Bizco. Lo habían dejado ganar para que les transportase el pesado botín.
Enrique Anderson Imbert (Argentina, 1910-2000)
Narrador, ensayista y crítico literario. Comenzó a publicar cuentos y ensayos en periódicos locales cuando solo tenía 16 años, y en 1928 colaboró en varias revistas literarias antes de dirigir las páginas culturales del diario La Vanguardia. También es autor de varias colecciones de cuentos líricos-fantásticos, que combinan lo real con lo extraño, entre las que sobresalen El Grimorio (1961), El gato de Cheshire (1965), La sandía y otros cuentos (1969), La locura juega al ajedrez (1971) y La botella de Klein (1975). En su lecho de muerte, bosquejó un cuento corto: la historia de un violinista que, a punto de comenzar un concierto que definirá su carrera, descubre que ha olvidado la partitura. Durante toda su vida reivindicó su adhesión al socialismo.
ILUSTRACIÓN: CLEMENTINA CORTÉS