13/09/24. Tenemos la costumbre de dejar la salud en un segundo plano. Sin embargo, en el mes de la salud sexual, debemos sentarnos a reflexionar sobre este tema, sobre todo, si eres sexualmente activa o activo.
“La educación sobre la salud sexual lleva a las personas a tomar decisiones informadas, lo cual es crucial sobre todo en la población más joven
Realicé una consulta a mis contactos de WhatsApp y Telegram, acerca de qué tan importante es para ellos atender su salud sexual y, también les pregunté, ¿cada cuánto tiempo van a consulta con su médico?
Para mí no fue sorpresa que, en cuanto a participación, ganaran mis congéneres. Muchas respondieron a mi privado que asisten a control ginecológico anualmente, si bien algunas admitieron tener al menos año y medio sin asistir, están muy pendientes de ir.
En cuanto a la salud sexual una de las participantes destacó el papel determinante que representa en la relación de pareja y, por supuesto, en la suya se integran la salud mental y emocional.
Una amiga me comentó que su compañero de vida va con ella a las citas ginecológicas con el fin de brindarle apoyo. Acción que me pareció sumamente valiosa, ya que, sobre todo, el momento de las citologías suele ser traumática.
Aunque, sólo cuatro hombres tuvieron la valentía de responder mi pregunta, no negaré que me comentaron aspectos importantes sobre la salud sexual masculina. Hubo uno que me dijo que en su trabajo les exigen hacerse consultas periódicas (una vez al año).
Un gran amigo me explicó que para muchos de sus congéneres hablar sobre la consulta urológica puede ser un tabú, pero que es sustancial hacerse sus revisiones para prevenir cáncer en la próstata. También señalaron que están conscientes de que la salud sexual es un tema de dos (o más, según sea el caso).
Visita periódica a ginecología, ¿desde qué edad?
Todas sabemos que la visita a la consulta de ginecología y la citología, debe ser periódica. No obstante, muchas desconocemos a partir de qué momento de la vida es necesario asistir a un o una especialista.
La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) indica que la primera vista debe ser en la adolescencia o, incluso, antes de la primera menstruación. Este contacto inicial sería informativo y para un examen somero.
La organización española advierte que se cree que a estas edades no suelen existir patologías ginecológicas relevantes, sin embargo, sí existen alteraciones mas propias de la pubertad. Además, si en la adolescencia se empezó a tener relaciones sexuales, entonces, sí, habrá que hacer un chequeo más profundo. En estos casos, incluye asesoría sobre hábitos de salud sexual, qué preservativos o métodos anticonceptivos usar.
Al mismo tiempo, a mujeres adultas se les recomienda ir a la consulta una vez al año. La doctora en Ciencias Sociales y orientadora sexual venezolana, Isbelia Farías, sugiere acudir regularmente, porque de esa manera se podrá constatar que se tiene una vida sexual saludable (en caso de ser activa) si no, serviría para comprobar que no haya presencia de lesiones que generen enfermedades como el cáncer de cuello uterino. Igualmente, que es recomendable asistir al mastólogo o mastóloga.
¿Y los hombres?
Se entiende que los hombres deben acudir a partir de cierta edad (es recomentable a los cuarenta años) al urólogo para iniciar una evaluación periódica de la próstata.
El cáncer de próstata es de los más comunes en varones. Según la Organización Mundial de la Salud, anualmente se produce la muerte de 85.000 hombres por esta enfermedad. Otras afecciones son la hiperplasia benigna de la próstata o adenoma de próstata, hematuria, entre otras.
Adicionalmente, se recomienda asistir a consultas médicas en caso de molestias o cumplir con tratamientos rigurosos en caso de infecciones.
Salud sexual
Si hacemos referencia a la salud sexual como derecho y como estado general de bienestar físico, mental y social, tanto para el hombre como la mujer es el poder de decidir, de manera responsable, sobre su cuerpo y su vida sexual. Esto implica que desde la niñez reciban educación respecto a este tema, de forma progresiva según su edad.
“La educación sobre la salud sexual lleva a las personas a tomar decisiones informadas, lo cual es crucial sobre todo en la población más joven”, explica Farías.
Esto se traduce en comprometernos con la salud de nuestra pareja; asumir que la salud sexual y reproductiva no es una responsabilidad sólo de las mujeres; si se tendrán varias parejas sexuales, usar los métodos adecuados; cuidar y cuidarnos.
La salud sexual no es únicamente la prevención de enfermedades, se convierte en un acto de amor propio y de amor a la pareja, a la familia y a la comunidad. Es tener consciencia de su importancia para la salud integral.
POR SARAH ESPINOZA • @sarah.spnz
ILUSTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta