04/10/24. El próximo 10 de octubre se estrenará en las salas de cine un documental que vendrá a reivindicar la cultura de nuestros pueblos originarios: Vestigios de conocimientos ancestrales. La producción cinematográfica es una pieza que, como lo dijo su director Miguelángel Tisera, combina la poesía con las ciencias.
Todo esto es un encuentro que yo denomino poético-científico, porque tengo una visión de artista. Soy cineasta, y he tratado de expresar mi visión poética, y confrontarlo con una realidad científica...
En la sede de la Fundación para la Comunicación Popular CCS, y en compañía de Floralbert Díaz (FD), periodista de Ciudad CCS, nos reunimos a conversar con el director, guionista y productor audiovisual de cine y televisión, quien nos dio todos los detalles sobre los diez años que duró el proceso para la creación del documental que narra un hecho trascendental para Venezuela y su historia.
Tisera expresó que este documental es una muestra de su gratitud con nuestro país por recibirlo y, además, acoger en su seno, sus ideas y aspiraciones para llevarlas a la escena cinematográfica venezolana durante cuarenta y dos años. Esto, a través de diversas instituciones y grupos económicos, como Bolívar Films y PDVSA.
Del cineasta argentino, también destacan su experiencia en History Channel, donde tuvo la oportunidad de realizar una biografía del famoso músico Oscar de León, de quien se considera su seguidor. Además, otro proyecto es El Imperio de los Piratas, basada en la obra de Luis Britto García.
Para conocer más sobre lo que representa esta nueva pieza para el cineasta hispano-argentino, dejamos en sus manos este diálogo.
FD: ¿Cómo fue el proceso creativo y cómo nace la idea de realizar este documental y por qué?
Es un trabajo documental que comenzó hace muchos años, de alguna forma, solicitado por los mismos protagonistas de las historias. Fui invitado por los pobladores originarios del Amazonas venezolano a conocer los lugares y a plantear sus reivindicaciones. Eso me llevó en un viaje mágico por el río Orinoco y transitando el Alto Orinoco llegamos por el río Autana hasta el tepuy, Autana que para ellos es el árbol de la vida.
Vestigios de conocimientos ancestrales en realidad está encadenado por una serie de hechos enigmáticos. Al llegar al cerro Autana pude conocer los petroglifos gigantes del Amazonas venezolano, que me recordaron, de una forma muy clara, unas enigmáticas estatuillas encontradas a mil doscientos kilómetros de distancia en el medio del mar Caribe, en el archipiélago de Los Roques. Coincidí, de forma muy extraña, con la presencia de unos arqueólogos que, en ese mismo momento, estaban realizando unas excavaciones y descubrieron restos humanos que pertenecían a pobladores originarios que habían viajado hace miles de años, transitando ese peligroso mar Caribe para realizar rituales y búsqueda de alimentos en los callos del archipiélago de Los Roques.
Estábamos en el cayo Crasquí y en una lancha de las autoridades, fui a una expedición forense, que es lo que corresponde cuando se hacen hallazgos de restos humanos, y pude conocer por las declaraciones de los arqueólogos que esas osamentas pertenecían a pobladores originarios que hace miles de años habían realizado esta travesía.
Esto me motivó a visitar el departamento de arqueología de la (Universidad) Simón Bolívar, donde ellos tenían su laboratorio y conocer la colección de más de quinientos objetos, entre los que destacan muchas estatuillas con una estética muy singular. Este tipo de material sorprendente resultó que iba construyendo un relato que me motivaba a seguir investigando.
Entonces, me puse en contacto con el fallecido doctor (Mario) Sanoja y la doctora Iraida Vargas, quienes fundaron el Departamento de Antropología de la Universidad Central de Venezuela y me pusieron en contacto con las maravillosas teorías que ellos elaboran y que enfrentan al conocimiento actual de estas ciencias, lo que aumentó las interrogantes que me planteaba esta historia.
En esta misma cadena de acontecimientos, que yo no puedo calificar sino de asombrosos, tuve la oportunidad de conocer a Gloria Jusayú, quien es una comunicadora de la etnia Wayúu, hija de Miguel Ángel Jusayú y a la poeta Morela Maneiro de la etnia Cariña.
Finalmente, tuve la fortuna de coincidir con el productor emblemático Donald Myerston y recibir el apoyo del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CENAC) que, en esta gestión presidida por el cineasta Carlos Azpúrua, se ha dado a la tarea de impulsar los documentales y tratar de que lleguen a las salas cinematográficas desarrollando de esta manera un trabajo de divulgación del género documental.
FD: ¿Por qué seguir estos hallazgos arqueológicos y por qué difundirlos?
Considero que son de una importancia fundamental para la cultura venezolana, porque exponen una riqueza cultural que es importantísima, una diversidad cultural que posee Venezuela y promueve, por un lado, los viajes para conocer esta Venezuela profunda que se caracteriza por su diversidad gastronómica, diversidad de paisajes, por su maravilloso gentilicio. Cada zona del país nos pone en contacto con una variedad de seres humanos que abren su corazón y tratan de recibir al visitante con sus mejores productos y nos permite conocer verdaderamente, lo que yo denomino que es una geografía mágica. Venezuela posee una riqueza cultural y geográfica.
Pero, por otra parte, el género documental nos expone a habitantes, por ejemplo, como los del Amazonas que, en su decisión de vivir relativamente aislados, reclaman también atenciones y protecciones de ataques foráneos como la minería ilegal.
En ese sentido, hay que destacar mucho la labor que hace Carlos Azpúrua y todo el equipo del CENAC, que permite que se puedan terminar trabajos de esta magnitud, un trabajo como Vestigios de conocimientos ancestrales, que para llegar a las salas de cine el 10 de octubre en los diversos circuitos cinematográficos, ha transcurrido un periplo de diez años.
SE: ¿Qué representa para Tisera trabajar este documental sobre hallazgos arqueológicos que reivindican la cultura ancestral en Venezuela?
A lo largo de los años me siento muy afortunado de tener un apoyo para realizar una labor que amo, pero aparte de poder aportar con el trabajo algo a una nación que me ha dado tanto y de alguna manera, esta valoración sobre todo, de sus pobladores originarios, de sus culturas menos conocidas, me parece que es una devolución necesaria y que es muy gratificante, porque siento que es una contribución a que se conozcan realidades diversas del país.
Asimismo, para que se fomente un turismo responsable, un turismo que invita a la investigación y especialmente, me gustaría invitar a los jóvenes a realizar aventuras como esta, que vayan a explorar nuevas fronteras y también aprovecho para motivarlos al estudio de estas ciencias que son tal vez las menos demandadas en el ámbito universitario y constituyen una rama cultural básica y fundamental.
SE: ¿Se va a mostrar dentro del documental registros o informes de especialistas sobre estos hallazgos en yacimientos arqueológicos de Los Roques?
Claro, el documental cuenta también con las últimas entrevistas del doctor Andrew Anchak, un reconocido arqueólogo y antropólogo, que estuvo muchos años en el país, junto con la doctora María Magdalena Anchak. Ambos nos van a dar una visión significativa de estos hallazgos arqueológicos.
Aparte, se encuentran con parte de su equipo, que los acompaña en estas expediciones. Y vamos a tener la última entrevista del doctor Mario Sanoja, donde expone sus teorías innovadoras, que ponen en discusión los conocimientos adquiridos y sostenidos actualmente. Y este grupo, así también como está Metilli, que es un antropólogo que trabaja con los Yanomamis hace muchos años.
Todo esto es un encuentro que yo denomino poético-científico, porque tengo una visión de artista. Soy cineasta, y he tratado de expresar mi visión poética, y confrontarlo con una realidad científica, porque muchas de estas aseveraciones requieren de un fundamento. El documental se nutre de este tipo de visiones, que lo hacen un ensayo, tal vez un tanto complejo, pero que espero que sea aceptado por este juez implacable que es el público.
Creo que es una visión que también explora un discurso audiovisual innovador, novedoso, para acercarlo a las nuevas generaciones. Entonces, es una invitación al público que vaya a verlo, para encontrar una nueva visión de Venezuela, o por lo menos diferente.
POR SARAH ESPINOZA • @sarah.spnz
FOTOGRAFÍA BERNARDO SUAREZ