24/10/24. Buscándole la vuelta al disco Sentimientos encontré una entrevista a Emilia Morales en A buena Hora, un programa radial creado hace 25 años en Radio Taino, devenido en proyecto cultural, en el cual contaba que fue un año de trabajo intenso, de búsqueda de repertorio con Jorge Rodríguez, el productor histórico de la disquera Egrem, y por el chat la propia Emilia me cuenta “que es una memoria viva, un hombre de historia, que durante muchos años ha realizado la producción de muchos discos que son historia para nuestra cultura cubana”.
¡Definitivamente este disco es puro sentimiento!
Emilia y Jorge terminan recogiendo doce composiciones antológicas del cancionero cubano, de los autores Orlando de La Rosa, Luis Marquetti, José Antonio Méndez, Teofilito, Frank Domínguez, Miguel Matamoros, Jorge Zamora, Rafael Ortiz y Manolo Gallo. De ese año de búsqueda intensa quedaron las lunas de Orlando de La Rosa y los Plazos Traicioneros de Marquetti que comentamos en la clase pasada. (¡Mírame a mi dándomelas de profesor aquí!), pero entre otros surgió un bolero de Miguel Matamoros, que yo no conocía mucho, pero investigando encuentro que tiene el pedigrí de haber sido cantado en los años cuarenta por el Benny, cuando cantaba con el Trío Matamoros. Mi única boca, un clásico que en voz de Emilia se hace un aporte maravilloso.
Y en la pista siguiente, otro de Matamoros, Dulce embeleso, como dando continuidad de boca en otro de sus versos: “El beso de tu boca tentadora”… -para terminar de hacernos rodar en el barranco del desamor-… “que me diste embriagada de ilusión, yo lo guardo como llama animadora, en el fondo de mi pobre corazón”. ¡Recojan los vidrios!
Pero donde la gata se sube a la batea es con el bolero Eres diferente, de José Antonio Méndez, que incluye videoclip realizado por el director Yeandro Tamayo en el emblemático cine Payret, en la acera de enfrente del Capitolio de La Habana, un drama de rocola abrazada y todo, 'vellonera', o vitrola como le dicen por allá, donde dos bailarines: Penélope Morejón y Niosbel González recrean, -dice el cronista-, en la coreografía exquisita, las imágenes de un texto muy avanzado para su época, en el que José Antonio nos cuenta cuando tuvo que renunciar a un gran amor porque el ser amado era diferente. La sugerencia del director Yeandro Tamayo, cuando se quita la peluca es un poema, todo en medio de la propia orquestación de Emilio Vega para jazz band.
Sigue una versión de El Cumbanchero de Rafael Hernández, espectacular. La dolorosa Franqueza en el bolero de Consuelo Velázquez que aborda la difícil pero necesaria honestidad en una relación amorosa, que confirma que Emilia y Jorge son unos bellos malvados que nos confrontan a nuestros fracasos sentimentales tan necesarios y tristes.
Para no dejar por fuera a nadie, porque el Tú me acostumbraste de Frank Domínguez, ya lo comentamos en la edición anterior; vayan Las flores del jardín de Manolo Gallo y Enséñame de Jorge Zamora. Porque durante la grabación, cuenta Emilia ocurrió algo en el son Dulce habanera de Rafael Ortiz, “Emilio Vega le hizo un arreglo nuevo muy bueno, muy contemporáneo y comenzamos a grabar, y al final cuando yo digo aquí la mulata soy yo, de pronto me salió una risa yo pensé que Emilio Vega, arreglista y productor del disco lo iba a quitar, pero no, lo dejó y de verdad cada vez que lo canto las personas me dice que bien te quedó la risa jijiji y realmente yo salió espontáneamente”.
Y al cierre, Pensamiento, su amuleto, como dice ella misma, un bolero de Ángel Rafael Gómez Mayea, mejor conocido como Teofilito, natural de Sancti Spíritus, un bolero que identifica a la villa espirituana y tiene una linda historia: “El 19 de junio de 1915 el rico hacendado espirituano Juan Ordaz convocó a celebrar el cumpleaños de su hija Rosa María, sus 16 hermosas primaveras. En medio del jolgorio los jóvenes pretendientes de la linda y acaudalada muchachita, incluido Teofilito, propusieron un juego donde las muchachas tomaban nombres de flores. El premio al joven que la identificara era bailar un danzón con ella.
Rosa María adoptó el seudónimo de Fragancia y una amiga de Teofilito, el de Pensamiento. Comenzó el juego y en vista de que ninguno acertara con adivinar el nombre de la flor que había adoptado la homenajeada esta se decidió a insinuárselo a Teofilito, pero se hizo el desentendido. Entonces la atrevida joven se le acercó y ofreciéndole un ramo de flores le dijo: ¿Por qué usted no piensa en mí?
Al poco rato Teofilito decidió conquistar, (este verbo incluye la intención, pero en realidad aplica es contestar) aquella pregunta por medio de su amiga llamada Pensamiento y cantó: 'Pensamiento, dile a Fragancia que yo la quiero, que no la puedo olvidar, que ella vive en mi alma, anda y dile así, dile que pienso en ella aunque no piense en mí. Anda, pensamiento mío dile que yo la venero, dile que por ella muero anda y dile así, dile que pienso en ella aunque no piense en mí'". Ayayayay.
¡Definitivamente este disco es puro sentimiento!
POR HUMBERTO MÁRQUEZ • @rumbertomarquez
ILUSTRACIÓN ERASMO SÁNCHEZ