21/11/24. Puede pasar del rap al funk, boogaloo, latin soul y jazz, sin ningún problema. Aquella mezcla suena agradable y el público se la vacila. Es Alfonso González, aka Dj Hernia y Dj H Ache, un conocido disc jockey (Dj) o tornamesista venezolano, con unos treinta años —quizás poco más- de trayectoria. Pero resulta que referirse a él sólo como Dj es quedarse corto, porque se trata de un personaje creativo de la escena underground urbana caraqueña, vinculado con otros elementos del hip hop, y un promotor cultural.
...el disco es más que un objeto de culto. El vinilo no es para exhibirlo o tenerlo guardado, es para ponerlo a sonar.
Es incontable la cantidad de músicos con los que ha trabajado, entre ellos están Venezuela Subterránea, La Corte, Vagos y Maleantes, Dj 13, PAN, Sur Carabela, Bacalao Men, Papashanty, y pare de contar. También formó proyectos como La Comba Digital, Ache H Crew; el Club Vinil (junto a Dj Tuerk, Leíto, el profesor Jean Pierre, y otros), el conversatorio: “el mensaje y legado del hip hop”, con varios invitados. Por supuesto que Hernia ha impulsado y ha estado en más iniciativas culturales.
El artista ha compartido escenario con Chucho Valdés, Gustavo Cerati en el teatro Teresa Carreño, y más creadores; y ha participado en festivales nacionales e internacionales. Es imposible nombrar todo lo que ha hecho. “Esto es puro amor a la música, es más que un trabajo, una forma de vida. Yo conocí este mundo de las discotecas por mis tíos. Cómo poner un Lp (long play) , cómo limpiarlo, cuidarlo”, dijo Hernia. Esto fue por allá por los años ochenta. Después, vino un instructor, cercano a su familia, quien le dio algunas orientaciones de mezcla. Ya el camino estaba prácticamente labrado por él mismo. Descubrió su pasión por la música y la discoteca, y allí quedó. A pesar de que sus padres no estaban de acuerdo con la elección del muchacho, Hernia perseveró, se formó, inventó, creó, y hasta hoy día es quien quiso ser.
Vino a dejar su Ofrenda
Luce cabello largo, a veces se hace tranzas o lo carga suelta, y su inseparable gorra. Sus bermudas, franela ancha y zapatos de goma completan el look propio de rapero. ¡Ah! Y los tatuajes. Cuando Hernia habla, va al grano, no se explaya en tantas explicaciones, pero, eso sí, cuenta muchas anécdotas. Se crió en El Cementerio, 23 de Enero y Guarenas. Creció oyendo mucha salsa por sus tíos, después rock, rap, y así fue ampliando su paleta sonora. “Siempre tengo curiosidad por más texturas y melodías del mundo”, señaló.
Para Hernia, el disco es más que un objeto de culto. El vinilo no es para exhibirlo o tenerlo guardado, es para ponerlo a sonar. Justo eso es lo que hace. En una de sus selecciones se puede oír salsa de los setenta, funk, rap, rock, soul, trip hop . Pero siempre hay un orden, va de lo lento a lo más bailable, y sabe cómo hacerlo, dónde van los efectos y el famoso scratch, ese atractivo rasgado que se produce al girar el álbum hacia atrás y hacia delante. “Cuando descubrí esa vaina, a mí me encantó. Dije: yo quiero hacer eso”, comentó.
A pesar de la diversidad que maneja en cada set, la música afroamericana tiene un peso notorio; es parte de su estilo. En los noventa y 2000 era muy raro escuchar a un Dj musicalizando con salsa y rap, por ejemplo, y Hernia se atrevió a amenizar eventos con esa forma. No en vano, gracias a su identidad sonora, ha sido muy convocado por artistas de diversas corrientes.
Actualmente, Alfonso González está de visita en su país —vive en Colombia desde poco antes de la pandemia- y lleva a cabo la gira Ofrenda. Después de Venezuela, va rumbo a Europa. Finalmente, dijo: “Yo estoy agradecido con todos los que me han apoyado, que siempre han estado conmigo”.
POR MERCEDES SANZ • @mercedes.jazz
FOTOGRAFÍAS DENNYS GONZÁLEZ • @dennysjosegonzalez