El compositor y pianista caraqueño bautizó su tercer disco independiente, junto a su nuevo grupo, en una presentación en El Sitio de Sabana Grande. El álbum está disponible en las plataformas digitales
Por Mercedes Sanz • @jazzmercedes • Fotografías Michael Mata• @realmonto
Comenzó el golpe tuyero para después desembocar en el desenfreno del tambor mina. El funk tocado con el piano eléctrico le dio al tema un sabor medio psicodélico. La pieza se llama Un arrendajo en abril y se encuentra en el disco Joropos. La música mirandina cedió el paso a las melodías afrovenezolanas que caracterizan el reciente álbum del músico Víctor Morles: Mano en la cabeza. Este trabajo fue presentado el pasado viernes 1 de septiembre en El Sitio del bulevar de Sabana Grande.
El estilo tuyero ya no sobresale en esta producción, a diferencia de los dos discos anteriores. Acá la novedad son los toques de tambor combinados con texturas electrónicas, donde el teclado es el guía, es el puente para pasar de un sonido a otro y es el constructor de ambientes. El piano aún es el elemento que distingue la propuesta del artista.
La carrera profesional de Morles se remonta a los experimentos con Mixtura hasta concretar su propio proyecto. El pianista se fue enfocando en el joropo central. Ahora decidió explorar en la música afrovenezolana con su cuarteto Venezolano Sound, al lado del cantante guatireño Antonio Armas (Un Dos Tres y Fuera), el percusionista Luis Felipe Hidalgo (Afrolibertad) y el bajista Miguel Arellano (Camay).
Morles seguía inspirado en sus teclas y haciendo coro junto a Hidalgo, quien ejecutaba el tambor culo e’ puya; mientras que Armas, con su garganta joropera, terminaba de colorear esas canciones al son de las maracas. Arellano no llevó el bajo, así que estuvo en la barra como espectador.
El Sitio es un local pequeño pero acogedor. Las paredes están adornadas con collages de la artista plástica Sain-ma Rada, quien, por cierto, se encargó del diseño de la portada de Mano en la cabeza. El lugar es muy musical, y ese día sirvió de refugio para la performance del creador con su cuarteto.
Luego de la primera pieza, Morles se dirigió al público para dar la bienvenida y agradecer. Buscó sus lentes y empezó a leer unos papeles. Se notaba nervioso. Varios de los artistas que participaron en el disco asistieron, entre ellos Ángel Palacios, Belkys Figuera, José Alejandro Delgado, el Ensamble B11, entre otros. Si hubo una visita sorpresiva fue la de Yolanda Moreno, ícono de la danza en Venezuela y patrimonio viviente.
“Los conservadores deben estarse halando los pelos con lo que hace Víctor”, dice el músico Manuel “El Churro” Churión en el primer video proyectado desde una laptop. El segundo material audiovisual fue el del sencillo Mano en la cabeza -una suerte de tambor mina electrónico-, rodado en la zona de Marín de San Agustín del Sur. En este trabajo se destacan la potente voz de la rapera La Jefa, los bailarines e instrumentistas.
El relax también se manifestó en el encuentro a través de Ahí viene el oso, una adaptación libre de La Llora, que es una danza del estado Aragua. En esa ocasión Armas la interpretó solo, ya que en el álbum hace dúo con Betsayda Machado.
“La gente me identifica con joropo, ¿y no vas a cantar joropo tuyero? Pero la verdad es que en este disco lo que hay es música afrovenezolana no tradicional. También hay un tema inspirado en la música de la comunidad Jivi”, había comentado Morles antes del evento. En la ceremonia sí abrió con un joropo central, que empalmó con un golpe de tambor, para enlazar su labor anterior con la actual.
Mano en la cabeza es un tributo a una parte de las raíces afro e indígena del país en varios sentidos: sonidos, faenas y formas de vida. A la vez, es un honor a San Juan y a San Antonio. Es un canto a lo ancestral.