21/03/25. ¿Quiénes aquí se llaman María? Levanten la mano, –le pregunta el músico Ylich Orsini a la audiencia.
Yo, yo, –empiezan a decir algunas.
Bueno, esta canción yo la escuché una vez por Los Criollos, y me pareció familiar, creí haberla escuchado antes,–acota Orsini.
“María, bien de mi vida, caramba, tú fuiste mi amor primero, te quise con loco anhelo; sin embargo, no eres mía”, –arranca a cantar.
La obra de Los Cañoneros es amplia y contempla temas originales y adaptaciones. Ellos piensan grabar sencillos, relanzar el tercer disco y seguir dando conciertos.
Una vez terminado, el cantante y músico cuenta que el tema es del compositor venezolano Florentino Padrón, el padre biológico de Óscar D’León y éste la había grabado con su Salsa Mayor en 1978. “Yo le pregunté a Óscar si su papá la compuso como un son o como vals, y él me dijo que era un son”, refiere Orsini. La anécdota es cierta, Padrón escribió varios éxitos para su hijo, pero esta historia no se trata del Sonero del Mundo sino de Los Cañoneros. Quizás muchos han visto a este grupo en plazas y demás espacios públicos con sombreros blancos, los hombres con tirantes, y una cantante con una voz agradable y afinada, tocando un rallo de cocina. Otras veces, simplemente lucen sus franelas con el logo de la banda.
La trayectoria de Los Cañoneros se remonta a los años ochenta, siendo su primera presentación el 20 de noviembre de 1982 en la plaza Monumental de Mérida. Resulta que Orsini había hecho la música para la obra de teatro La verdadera historia del Alma llanera, donde se tocaba música cañonera. En la búsqueda de un nombre, surgió la idea Los Cañoneros del Conuco, que hacía referencia a una frase de presentación del bolero Incumbencia cruel, de Medio Evo: “Radio Conuco, la que no tiene programa maluco”. En ese entonces, el grupo contaba con varios integrantes siendo los fundadores los hermanos Hely e Ylich Orsini. Por supuesto que por la agrupación han pasado distintos músicos, pero estos hermanos son la columna y mantienen la esencia de lo que es esta música tan particular.
Cañoneros pa’rato
El estilo cañonero, como todos los ritmos, guarda una historia muy rica. Los cronistas ubican su desarrollo a finales del siglo XIX y principios del XX en Caracas, en medio del proceso del creciente urbanismo de la ciudad, la emigración del campo, la explotación petrolera, nuevas fuentes de empleo, entre otros cambios. Como todo proceso, el arte siempre está allí dando respuesta y el género que tuvo auge en la urbe fue la música cañonera.
“Todos esos ritmos locales y de afuera eran tocados con varios instrumentos. Por supuesto, la gente que llegaba del interior estaba acostumbrada a tocar un joropo con cuatro, arpa y maracas; y de repente se encontraban en la capital con un saxofonista, clarinetista, cuatrista, y decían: vamos a tocar joropo con los instrumentos que hay, y así pasaba con el pasodoble, el vals. Creo que por eso se fue dando ese sonido tan particular de la música caraqueña”, dice Hely Orsini. En efecto, este estilo abarca varias vertientes en su repertorio: merengue caraqueño, vals, pasodoble, entre otros, y a esto se suman las letras llenas de motivos que narran historias con cierta picardía y humor: “Lo de las letras jocosas quizás se debe al carácter del caraqueño; este género no era de la alta sociedad, y refleja la chispa de nosotros. Además, es una música alegre, guapachosa”, remata la intérprete.
La obra de Los Cañoneros es amplia y contempla temas originales y adaptaciones. Ellos piensan grabar sencillos, relanzar el tercer disco y seguir dando conciertos. Para Ylich Orsini “es fundamental seguir impulsando esta música auténtica de Caracas, y ojalá que el caraqueño entienda que esta música es suya”.
POR MERCEDES SANZ • @mercedes.jazz
FOTOGRAFÍA IKER ORSINI