A la memoria de mi tío Feijoo Colomine Rincones
y mi prima Galia Colomine Durán
06/02/2023. El 15 de diciembre de 2021 recibimos la fatídica noticia: mi tío Feijoo había caído víctima del covid. Empezó la odisea familiar para devolverlo a la salud. A pesar de ser paciente en el IVSS de San Cristóbal, los medicamentos que solicitaban los médicos eran excesivamente costosos. Debimos armar operativos de crowfunding, pedir ayuda en su trabajo y contar con la solidaridad de los afectos. A pesar de todos nuestros esfuerzos, mi pobre tío no aguantó y se marchó a la eternidad.
El año 2022 no fue tampoco fácil. Quienes ahora caían eran mi prima Galia y mi madre. Mi pobre prima tampoco pudo resistir. Mi madre, padeció por varios meses el calvario de un diagnóstico errado que nos puso en jaque a buscar medicinas y tratamientos para sanar su dolencia. En apenas tres meses la cantidad de plata que se gastó no se puede cuantificar.
Mi padre, por otra parte, ya puede considerarse un coleccionista de pastillas de tantos tratamientos que le han mandado para sus afecciones en el cerebro, colon, riñones, glicemia y un largo etcétera.
Siendo yo paciente psiquiátrica, debo seguir de manera permanente un tratamiento con psicotrópicos. Durante tres años me salvé de los usureros de la salud gracias a la labor social de la militante comunista chilena, Jenny Miranda. Sin embargo, cuando me tocó empezar a costearme mi tratamiento, las farmacias móviles se convirtieron en mi gran aliado. De manera similar, estas unidades itinerantes de salud han auxiliado a mis seres queridos.
Esta historia familiar es la misma de muchas familias que diariamente deben solucionar las dolencias de sus afectos. Por esta razón decidimos emprender una inspección a las diversas farmacias, supermercados de salud y unidades móviles para consultar sus experiencias.
SE BUSCA SALUD
El tema de los servicios al pueblo es una constante en la canalla mediática. Trasnacionales de la información como El País y The Voice of America vociferan sin bases ciertas que la ciudadanía no tiene acceso a los medicamentos, y que la población se está muriendo de mengua. Sin embargo, los hechos hablan por sí solos. El gobierno bolivariano dispuso un régimen especial transitorio para la comercialización y distribución de medicinas que le sale al paso a los sabotajes que hemos sufrido en estos últimos años. Es importante recordar que en años recientes el terrorismo fascista incendió un galpón con medicamentos para la diabetes, y que en 2018 un buque hospital chino llegó para auxiliar a los venezolanos. En 2019, se logró que un promedio de 99 contenedores de medicamentos llegaran al país gracias a los acuerdos suscritos con China y Rusia. Gran parte de la falsimedia que se publica en internet es consecuencia del sabotaje impuesto por la agenda fascista que secuestra medicamentos o los ofrece a precios inalcanzables.
Desde hace algún tiempo, en paralelo con los casinos, centros comerciales opulentos y bodegones, han estado proliferando en la ciudad los supermercados de salud de lujo y farmacias boutique: se trata de un concepto chic en el que no solo se consigue una aspirina, sino productos importados, equipos médicos, bicicletas, flores, salmón noruego, café irlandés y hasta pizza. Se trata de lugares de gran atractivo por la gran variedad de ofertas y esmerado servicio exclusivo. La ciudad poco a poco se ha venido atiborrando incluso de grandes vallas publicitarias para atraer a la clientela, que no solo buscará medicinas sino además entretenimiento. Este concepto es muy bonito y hasta turístico, pero se le nota la costura. Los precios de los medicamentos se asemejan al lujo que ostentan, por lo que el target al que van dirigidos estos centros es solo a las personas de gran poder adquisitivo: en dos platos, no son sitios para el pueblo.
Emprendimos excursión por varias farmacias chic de la capital para conocer la experiencia de cerca. En Colinas de Bello Monte, nos recibió un mesonero de lujo de mil amores: nos ofrecía café frío, sándwiches gourmet, paninis y hasta vino, a precios poco asequibles. Entramos al sitio, y la variedad de productos importados no tenía nada que envidiarle a los bodegones. Había cidra, huevas de esturión, chocolates, delicatessen y más. Sin olvidar nuestro objetivo, llegamos finalmente a averiguar la verdadera función de ese negocio: vender medicinas. "O sea, que te metes un atracón de sándwich de pastrami, y luego resuelves el dolor de barriga comprándote un Omeprazol", bromeamos. Solo consulté por dos medicamentos de uso común en mi familia: Carbonato de Litio y Valsartán (para la hipertensión). Los precios: 132,00 Bs. el Litio y 170,00 Bs. el Valsartán de 30 pastillas. Nos despedimos fingiendo burguesía para que no se nos notara la cara de pobres, y huimos por la izquierda.
En Sabana Grande y el centro, otras boutiques de la salud nos recibieron con bombos y platillos. El precio de los mismos medicamentos oscilaba entre 210,00 Bs. el Litio, 160,00 Bs. el Valsartán de 14 pastillas y Bs. 171,00 el Valsartán de 30 tabletas. Salimos despavoridos como el perro arrepentido: con el hocico partido y con el rabo entre las piernas.
UNA ALTERNATIVA SOLIDARIA
Justamente frente a la farmacia de lujo que consultaba, estaba apostada una unidad móvil llamada “Guardianes de la Patria”. Nos acercamos a consultar. “Aquí los precios son bastante solidarios. Además, te dan información y te orientan. Yo compré un blíster de Lanzoprazol y me indicaron cómo usarlo. En las farmacias privadas no hacen eso. Lo que hacen es arrebatarte el dinero de las manos”, afirma una señora. Otra señora en la farmacia móvil Caribe agrega: “Yo compro siempre en las farmacias móviles, porque son más baratas. Hoy vine a comprar Diclofenac”. Quisimos conocer de primera mano el testimonio de los responsables de hacer funcionar estas unidades. En Chacaíto, otra unidad de Barrio Nuevo Tricolor nos da el precio de los mismos medicamentos que estábamos buscando: Valsartán en 135,00 Bs y Litio no hay. “Tenemos alrededor de dos años aquí. La receptividad ha sido muy buena y hemos podido ayudar a muchas personas. La gente respeta y cuida mucho las farmacias móviles”, me indicó un joven funcionario que se rehusó a darme su nombre por excesiva timidez.
Aquí los precios son bastante solidarios. Además, te dan información y te orientan
En la farmacia móvil Guardianes de la Patria de Chacaíto, una joven llamada Andreína nos ilustró muy amablemente. “Somos una entidad privada que opera con el apoyo de diversos organismos públicos como ministerios y otras instituciones para protegernos. Nosotros pertenecemos al Sistema Unificado de Atención Farmacéutica (SUAF) y trabajamos con la policía. Todas las farmacias móviles que pertenecen a la policía, como el CICPC, Caribe y nosotros somos de la misma gente. Los organismos públicos nos protegen y hacen la ronda durante la noche. El ejército también nos apoya en esta causa”. Entre los organismos que respaldan estas farmacias móviles se encuentra el Ministerio del Poder Popular para el Comercio.
La red de farmacias móviles de Venezuela está conformada por los siguientes aliados: Farmacia Aviación Militar, Farmacia Móvil Fundab, Farmacia Móvil BDV, Farmacias Fénix GNB, Farmacias Patriotas de Guárico, Medoncológico, Farmacias Guardianes de la Patria, Farmacia La Esperanza, Farmacia CICPC, Farma La Guaira, Farmacia Renacer de los Sueños, Fara Baruta y SUAF. Alrededor de trescientas farmacias están operando en todo el país con precios solidarios.
Yo compro siempre en las farmacias móviles porque son más baratas
En la cuenta de Instagram @suaf.ve es posible conocer más sobre los avances del sistema de farmacias móviles a nivel nacional. Se pueden apreciar nuevas farmacias solidarias en Coro, Guanare, Guatire y muchas ciudades más. La página para acceder a mayor información sobre el Sistema Nacional de Farmacias Móviles es www.farmaciasmoviles.com.ve/productos. En esta página Web es posible consultar la existencia de medicamentos en las farmacias móviles. Muchos de estos medicamentos son producto de los convenios suscritos entre el gobierno nacional y otros países como India e Irán entre muchos otros. Si usted se mete en la página, podrá encontrar que hay disponible ácido fólico, acetaminofén, amoxicilina y muchos más. Otra buena noticia es que las farmacias móviles están desplegadas a lo largo y ancho del territorio nacional.
Es importante señalar que cualquier ciudadano puede solicitar los servicios de las farmacias móviles para su comunidad, en caso de celebrar algún operativo temporal, feria o festival.
PRODUCTO DEL SABOTAJE
El equipo del Sistema Unificado de Atención Farmacéutica (SUAF) rememora sus inicios. “El origen del proyecto del Sistema Unificado de Atención Farmacéutico (SUAF) (…) se remonta al año 2014; momento en el cual se integran tres condicionantes importantes”
“Por una parte, se experimentó un recrudecimiento de la lógica del funcionamiento de la industria farmacéutica del país, caracterizada por un agudo desabastecimiento sistemático, acompañado por un incremento sostenido de precios de los medicamentos y la extracción de capital por la vía de la estafa al Estado venezolano para proyectos sin ejecución en el país. Por otra parte con base en la experiencia islámica, de Irán en materia farmacéutica (que ocupa la posición número tres a nivel mundial), se pudieron analizar los extraordinarios avances y desarrollo de dicho país, con productos de alta calidad y precios muy por debajo del costo en Venezuela”.
SANTO REMEDIO
Si bien sigue siendo un lujo para muchos adquirir medicamentos, las farmacias móviles llegaron para ofrecer una solución solidaria al pueblo. Sirva el llamado a que continúen profundizando la buena labor para que puedan hacerles llegar a todas y todos las medicinas que tanto nos hacen falta.
POR MARÍA EUGENIA ACERO • @mariacolomine
FOTOGRAFÍAS ALEXIS DENIZ • @denizfotografia