02/02/2023. Son 126 años desde que se proyectó por primera vez una pieza de cine venezolano en el Teatro Baralt, y tras más de un siglo, aún sigue siendo un desafío posicionar en el público la riqueza de una industria que se pierde de vista en talento y que pasa desapercibida ante el auge de plataformas pagas de series de Tv y títulos cinematográficos extranjeros. Con oportunidad de conocer las bondades de las y los creadores cinematográficos del país, conversamos con una defensora del cine nacional, Ilka Carolina Pacheco Chanto, quien por casi una década ha reseñado lo mejor de lo hecho en Venezuela a través de su programa radial 8vo arte.
Ilka, Defensora del cine nacional
Ilka Pacheco, @ilkapacha / @8voarte3 es comunicadora social de la UCAB, tiene un diplomado en contenidos digitales para la televisión en la Escuela Latinoamericana de Imagen, Palabra y Sonido y más de veinte años en el área de la comunicación. Trabajó en diarios que ya no existen como El Nuevo País, Abril que pertenecía al Bloque de Armas, y fue fundadora de Primera Hora, en Tv como productora de variedades de Canal I y en la actualidad, desde 2014, conduce el programa radial sobre cine y cultura nacional 8vo Arte. Es así como nos sentamos a conversar sobre sus opiniones de las radiografías de la vida, llevadas a la gran pantalla.
“Comencé con 8vo arte en octubre de 2014, años antes existía un programa que yo escuchaba con la periodista cinematográfica Moraima Blanco, me gustaba el programa pero yo notaba que era para productores audiovisuales, para gente que nada más estuviera involucrada con la parte cinematográfica o la producción audiovisual. Lo entendía, pero no lo entendía el público en general. En ese momento estaba el proyecto solo en mi mente, yo era productora del Canal I y decía : “Yo quiero hacer un proyecto de cine, pero que la gente lo entienda”. Inició en el 2014 en Oye Ven 106.9FM, mi casa radial donde estuve siete años; desde 2022 en Radio del Sur, en todos los horarios pero actualmente salimos los viernes de 10 a 12 del mediodía, esta es nuestra novena temporada. Nunca paramos, durante la pandemia no dejamos de sacar el programa, lo hacíamos por teléfono.”
Se ha perdido un poco la cultura de ir al cine por los costos, yo voy el lunes pero ¿cómo hace uno para ir otro dia?
En sus inicios, “en principio solo era sobre cine venezolano, lo apunté a un público general, que no solo lo entendiera alguien ligado al cine sino que también el ama de casa o ingeniero. Se expandió, ahora es una revista cultural de cine y cultura con expresiones artísticas de teatro y danza, del este y el oeste. 8vo arte es un proyecto bastante abierto porque la cultura, es general. Además que con todo lo que en Venezuela hemos pasado creo que es bien antipático que algunos periodistas y colegas se vayan solo a un lado y no crucen de un sector de la ciudad. Yo cubro en la media en lo que puedo, todo lo que puedo cubrir.”
En su defensa del cine nacional: “Me he encontrado con el desafío de que a veces para el público es mucho más atractivo hablar de la película de afuera que del cine venezolano, esto aunado a los contenidos que promocionan las actuales plataformas de series y películas. Yo siempre he visto cine venezolano, pero el cine venezolano ha tenido sus picos como en los setenta y ochenta donde tuvo gran efervescencia. En los noventa hubo algunas películas representativas. En el 2010 hubo, para mí, una película que transformó muchísimo el cine nacional La hora cero. Hay gente que dice que por su estructura es una película policíaca norteamericana adaptada pero en sí, la película es un joya en cuanto edición y narrativa del guión”.
La diversidad de nuestro cine
Sobre los estrenos de 2022: “Se estrenaron 27 películas desde febrero a diciembre de las cuales vi como 23, de hecho estamos haciendo un ranking de recomendaciones seleccionadas por el programa. Títulos de al menos dos años antes que no se pudieron estrenar por la pandemia”.
Su testimonio da cuenta de la variedad de nuestro cine: “De las 27 estrenadas todas son distintas, cosa que hay que celebrar", lo comentaba con Humberto Sánchez, colega. "Se está logrando hacer películas venezolanas, el gran detalle es que no estamos generando la cantidad de espectadores que deberíamos tener. En el cine de la diáspora hay muchas películas de las que se presentaron el año pasado, el director no vive en el país pero el CNAC por ser obra de venezolanos le permite registrarla como película venezolana, son certificadas. Amazonia films y otras distribuidoras traen cine hecho fuera pero por venezolanos”.
Sobre la variedad de sus temas: “El cine venezolano tiene diversas propuestas, el año pasado hubo drama Que buena vaina Bromelia, el cine como reflejo de la sociedad, evoluciona porque la sociedad evoluciona. Venite pa' Maracaibo en la comedia, dirigida por Carlos Daniel Alvarado, hijo de Daniel Alvarado y un tributo al actor. Cómo el director a través de una creación vive su proceso de duelo.Yo noto en el cine actual como una fijación de representar la muerte desde diferentes puntos de vista en Uma con Alexandra Brown, en La distancia más grande de Claudia Pinto y en Liz en septiembre de Fina Torres, se habla de la muerte. Dicha fijación para mi tiene que ver con la diáspora, cuando las personas emigran es como si se muriera una parte de ellos o se inicia una nueva vida, como muchos directores están afuera se refleja la muerte como ese cambio de vida o como la añoranza”.
El cineasta que analiza a su público: “Jackson Gutiérrez es particular, dicen que su cine es de barrio un término muy clasista cuando es cine social, Jackson tiene su nicho, su público y grandes cifras de espectadores. Estrenó el año pasado cuatro películas destacando Azotes en llamas, tuvo más de 12000 asistentes. Alejandro Hidalgo con El exorcismo de Dios que se estrenó de nuevo en los cines, de los mismos creadores de La casa del fin de los tiempos, ha trabajado con el terror y tiene su público. Es una película de las más taquilleras en su género, en Latinoamerica. Ambos estudiaron su audiencia”.
De venezolanas haciendo cine en distintas épocas: “Venezuela cuenta con muchas directoras, -desde Margot Benacerraf, primera mujer que ganó un premio internacional de cine-, y no por casualidad, a diferencia de otros países de Latinoamérica, no es común. Claudia Pinto, Carla Forte; el año pasado Lilo Azotes se estrenó como directora, en La vida es una película, muy bien narrada. En el cine de lo setenta Marieta Vera. Alexandra Henao directora de fotografía de Azul y no tan rosa ha participado en múltiples películas, Oriana de Fina Torres y el proceso de crecimiento de los personajes, durante el filme de Liz en septiembre en cada una de las historias de esas mujeres, hay una evolución. En comparación con otros países latinos ha habido cabida en el cine para las venezolanas en el ejercicio profesional”.
Desafíos del cine nacional
De desafíos y estigma: “El cine en Venezuela es muy cerrado, quien haya hecho cine toda la vida quizás no entiende el cine social, ni las nuevas propuestas. Es interesante porque hay temas nuevos no solo somos malandros y mujeres de la mala vida. La gente se queda en los hitos como El pez que fuma que es una pieza increíble, un reflejo de lo que se vivía en esa época. La transformación de la sociedad pasa por el cine. Además de Jackson, los hermanos Rodríguez también hacen cine social, Un destello interior maravillosa, cuenta con un sonido perfectamente hecho, la actuación de Sol Vargas y Jericó Montilla, te pega mucho emocionalmente, es muy diferente al malandreo, por el cine no se induce al malandreo o a que alguien se pierda, eso depende del público.”
Sobre los obstáculos en la industria cinematográfica nacional: “Hacer cine en Venezuela es caro, un director para hacer una película acude al crowdfunding, sobre todo los estudiantes. No es solo hacer la película y el pago del personal, el tema de las locaciones; existen muchos financiamientos en la actualidad a modo de concurso por guiones; unas las financia el CNAC otras no, eso representa un desafío. Además, en las salas, la película venezolana no la pasan en el horario que debería, la primera semana es de 5 a 6 de la tarde y la siguiente la suben a las 2pm. La gente trabaja, hay que crear estrategias entre los circuitos de difusión, el estado y los distribuidores. Ya que las grandes casas cumplen con proyectar lo nacional pero en el horario masivo, colocan las internacionales. Se ha perdido un poco la cultura de ir al cine por los costos, yo voy el lunes pero, ¿cómo hace uno para ir otro dia?, solo con la boletería y las cotufas representan una suma importante de dinero y más si se va acompañado”.
Consideraciones finales sobre el cine nacional, sobre quien lo ve y sobre la utilidad de la película como fuente de un momento: “Soy muy cuidadosa cuando una película no me gusta, puedo decirlo aparte al director pero soy incapaz de decirlo en el programa, porque debe valorarse todo el trabajo que hay detrás. Mi opinión no es única, a uno no le puede gustar una parte de una película, pero hay que tener respeto por los creadores. Hay que pensar en el espectador, producir para el otro, para que sea entendible. La utilidad del cine es que permite reflejar lo que pasa en un momento, es una radiografía. El pez que fuma es la realidad de ese entonces, el burdel donde se grabó, existió. Si ves una película como La hora cero es ver el momento cuando se estrenó, un profe me decía “no hay texto sin contexto”, hay que ver las épocas que recrean las películas. En las circunstancias más difíciles se sigue haciendo arte, hay cosas maravillosas en el cine y en las propuestas de los jóvenes”.
Top 5 de cine nacional para Ilka Pacheco de 8vo arte:
-La hora cero.
-El pez que fuma.
-Pequeña revancha.
-Escisión .
-Jezabel.
POR MARÍA ALEJANDRA MARTÍN • @maylaroja
FOTOGRAFÍAS LC SÁNCHEZ • @lc.sanchez.edit_