15/05/25.- Las mujeres de nuestra ciudad son tan bravas, que no sólo resuelven la batalla diaria con entereza y eficacia de soldado, sino que también encuentran la manera de cumplir sus sueños aún cuando constituyan un desafío a la gravedad e incluso al pudor y los tabúes pacatos que el colonialismo aún nos ciega. Así, tenemos que en Caracas se ha estado desarrollando un fuerte movimiento acrobático liderado por mujeres que se despojaron de todo tipo de vergüenza, y se han encaramado a volar en pos de sus sueños, y de empoderarse en toda la belleza de su esplendor femenino.
Si bien en Caracas existen diversas disciplinas en las que nuestras mujeres están surcando los cielos, en este reportaje conocimos el testimonio de dos atletas femeninas que desafían la gravedad regalándonos un espectáculo de gracia y arte.
Conozcamos a nuestras pájaras caraqueñas, que despliegan belleza vertical y desafían temores y prejuicios al borde del abismo.
Karina García: "El exotic pole dance es un espacio para ser tú"
Karina García es una joven comunicadora con varios años de experiencia en las áreas audiovisual y digital. Además de ser una profesional intachable, cría con esmero a su pequeña y enarbola la bandera feminista en clave de militancia aguerrida. Karina recientemente entró a formar parte del equipo de la revista Épale CCs, aportando siempre una perspectiva diferente a nuestras ideas de pauta.
Además de ser echada pa'lante como las guapas caraqueñas, Karina ha descubierto una pasión inusitada por el pole dance o el exotic pole (baile de barra o tubo). Se trata de una disciplina atlética que en principio era vista con malos ojos, ya que quienes se encaramaban en un tubo a bailar eran las prostitutas y bailarinas de strip tease. Resulta que el pole dance ha evolucionado mucho en los últimos veinte años, al punto de que las atletas de esta disciplina deportiva llevan años haciendo campaña para que el pole dance sea incluido como disciplina olímpica. Las acrobacias en el tubo han trascendido incluso el género, y muchos hombres se han sumado a este deporte. El pole no sólo constituye un deporte que exige mucha resistencia y flexibilidad: también es una herramienta terapéutica, para desarrollar la autoconfianza en la sensualidad y la aceptación de nuestro cuerpo. Por esta razón, muchas mujeres de diferentes edades y constitución física se han lanzado al tubo para sentirse más deseables y empoderadas. Karina nos comparte su experiencia:
"Empecé exotic pole dance hace dos años, buscando alguna actividad física que me ayudara a gestionar los retos del teletrabajo: estrés, sedentarismo y aislamiento. Al mismo tiempo, estaba buscando una actividad para mi hija. A ella la metí en telas".
"Desde el primer momento, me encantó la disciplina. Yo misma, tenía muchos prejuicios sobre ella, pero me fui dando cuenta de todo lo que no se ve, y es más maravilloso aún; se trata de hacer comunidad, de tener un momento y un espacio para ser tú, soltarte, estar en tiempo presente, cuidarte (ya que requiere de acondicionamiento físico para lograr fuerza, resistencia, fluidez y coordinación). Para mí, no sólo es una práctica deportiva, artística y de autocuidado. También es muy terapéutico, pues me ayuda a regular emociones asociadas al estrés y la ansiedad".
¿Cómo ves la receptividad en torno al exotic pole dance?
Cada vez, la comunidad es más grande, con menos prejuicios. Observo que muchas mujeres trabajadoras y profesionales son precisamente las que buscan esta práctica. El nivel competitivo de las más profesionales se ha elevado también gracias a la promoción de eventos de competencia, actividades interacademias. Todo esto indica que hay una movida creciente.
Froilán Piñango: "Con la lira, he sorprendido a mi entorno"
Froilán es fisioterapeuta y mamá de dos adultos ya: uno tiene 27 años y el otro, 23 años. No tiene pareja, y comparte su cotidianidad normal con la disciplina de la lira: la lira es un aro metálico grande, que invita también a desarrollar mucha fuerza en el cuerpo para no caerte y crear hermosas figuras aéreas.
"El aro es un elemento retador, porque cuesta mucho quemar los agarres, las manos. Todo lo que te sostiene se quema: las corvas de las piernas, la sangradura de los brazos, las manos: te salen callos. Yo tenía mis manos completamente lisas. Todavía están suaves, pero ya me han salido callos porque el aro te saca callos. Debo tener un cuidado especial, porque yo trabajo haciendo masajes. Después de cada práctica, esa misma noche y a la mañana siguiente me quedan ardiendo las manos. Constantemente debo limarme los callos en la tarde-noche para que los callos no sobresalgan de mis manos, sino que mis manos estén suaves, porque el trabajo lo amerita".
"No sólo los agarres son los que se sacrifican, muchas veces uno tiene que girar en la lira y dondequiera que el aro te toque, ahí tu cuerpo tendrá una marca, un morado. Tendrás hematomas por todo el cuerpo, sobre todo las primeras veces que experimentas el aro en esa parte del cuerpo: puede ser la pierna, puede ser en el abdomen, la espalda. Hay figuras que uno hace, donde tienes que apoyar la espalda. Entonces, justo donde apoyes la lira, ahí te saldrá un morado las primeras veces que lo hagas. Ya después, con el tiempo, vas quemando los agarres: esto quiere decir, que vas acostumbrándote al agarre, a esa flexión, al peso de tu cuerpo sobre la lira. Poco a poco te vas adaptando y tu cuerpo también se va adaptando: la piel, los músculos, todos se van adaptando al elemento".
"Yo decidí incursionar en la lira porque estaba ya practicando pole sport (con el tubo). Cuando llegó la lira a la academia, me dio mucha curiosidad. Mi entrenadora me animó a subirme, y me pareció que era muy divertido: me encantó la experiencia. Sentí que sí podía. Darme cuenta de que en ese elemento en particular sí podía lograr las cosas, me entusiasmó a seguir practicando. Me encanta ver cómo avanzo cada día. Los resultados son muy motivadores".
"No he recibido ningún prejuicio ni comentario en contra de mi práctica. Más bien he recibido muchas felicitaciones. Las personas de mi entorno se quedan muy sorprendidas; yo he practicado deportes toda mi vida, pero jamás algo como esto. Mis conocidos estaban acostumbrados a verme hacer telas o pole dance. Cuando me ven que subo fotos o videos sobre la lira, más bien se sienten sorprendidos, les gusta y lo disfrutan. Son las publicaciones más vistas en mis redes sociales. No he recibido ningún prejuicio al respecto".
Volar para empoderarnos
Nuestras atletas nos demostraron con sus experiencias, que atreverse a desafiar la gravedad constituye un ejercicio de autoestima, autoconfianza y autonomía. Para nosotras las mujeres, el reto de hacer acrobacias va mucho más allá de vernos sexis o hermosas. Estas especialidades deportivas nos invitan a desarrollar una férrea disciplina con la que conoceremos mejor nuestro cuerpo, superaremos nuestros propios límites, además de fortalecer nuestro físico y ganar salud mental.
¡Las invitamos a salir de su zona de confort, chicas! Atrévanse a ejercitar esas cuerpas para ser más felices y libres por los aires de nuestra ciudad. Sean las pájaras que pinten de colores los cielos de Caracas.
Por: María Eugenia Acero Colomine @mariacolomine