29/05/25. Sube el sonido de la radio, apaga la luz, ya va, voy a cepillarme, dice ella. Frase que equivale a decir que quiere hacer el amor, pues no le gusta hacerlo sin haberse cepillado los dientes. A él no le importa, no necesita hacerlo, pero a ella sí.
...de un buen cuidado de la boca, –correcto cepillado, hilo dental, enjuague bucal y asistencia regular al odontólogo-, como del cuerpo todo, depende la salud de todas y todos.
Yo no puedo dar un beso si no me cepillo, me dice otra ella cuando conversamos de esto y pienso, inmediatamente pienso en una tercera ella que podía compartir sin problema su cepillo de dientes con su pareja.
Y una cuarta ella aparece en la escena, como si de una obra de múltiples roles se tratase: la boca es la puerta de entrada a mi ser, no dejo que entre nada extraño allí, más allá de lo que me nutre, me dice. ¿Cómo besará? ¿La nutrirá el roce de otra lengua?
No puedo besarte, le dice él a ella, tengo un herpes, me sale por estrés, ella no se asusta, a diferencia de otra, y lo besa. Él, impactado, ella, eso no se pega, él, sí, pero… prefiero evitar, aunque deseos tengo… y ella lo besa de nuevo… si es estrés, yo no estoy estresada, yo te quito ese estrés…
Con toda esa retaíla de anécdotas, realmente pocas para la cantidad de dudas, prácticas y cualquier otra realidad que pueda aparecer, me invitan a escribir sobre el tema, aún no recuerdo por qué, pero asumo, como siempre, el reto, sobre todo por un tema tan importante como lo es este que, indudablemente presenta dos aspectos inseparables a la hora del té, como dicen, aunque evidentemente en este caso no se trata de dicha bebida.
Y es que las caries se pegan, dice otra ella tan joven como las anteriores… ¿Realmente es así? Indago un poco más...
Y es correcto, pero también pueden “pegarse”, lo correcto es decir, “transmitirse” por compartir, por ejemplo, el mismo vaso… por supuesto que un intercambio de saliva acelera la transmisión de la flora bacteriana propio de cada nicho personal… y el receptor, es decir, cada ser humano, puede tener mayores o menores mecanismos de resistencia particular… de la misma forma en que algunos son más propensos a contraer gripe que otros…
Ahora vayamos propiamente a la sexualidad, una boca rota, una llaguita, un diente que tenga alguna grieta, sí, como una caries no tratada, una encía rojiza que delata un mínimo sangramiento… es más que evidente que tiene toda la posibilidad de recibir cualquier patógeno… y es allí donde reside el indispensable cuidado, por ejemplo, al tener relaciones sexuales… seamos necesariamente más explícitos por favor: sexo oral, es decir, contacto sin protección de la boca con los genitales y el ano.
Las consecuencias de no tener cuidado, –pues sabemos que es muy rico besar–, son múltiples, lo ideal es cuidar muy bien la boca, así como el cuerpo entero… no te vas a morir por un beso, pero sí que te afectará cuando ese beso se da en aquellos lugares que nos exigen tomar las precauciones como el uso de látex como barrera, por ejemplo, entre tu lengua y la vagina o el pene o el ano, según sea el caso.
Y sí, de un buen cuidado de la boca, –correcto cepillado, hilo dental, enjuague bucal y asistencia regular al odontólogo-, como del cuerpo todo, depende la salud de todas y todos. Muchas gracias.
POR BENJAMÍN EDUARDO MARTÍNEZ HERNÁNDEZ • @pasajero_2
ILUSTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta
