27/06/25. Lo mejor de esta serie, es que aún se puede conseguir en YouTube y plataformas abiertas de transmisión audiovisual. ¿El ambiente? La España pobre, de los barrios más humildes. La España donde hay bandas criminales, donde la gente lucha por sobrevivir ante escenarios de desalojos, desempleo, drogas y nivel cultural bajo. La España con pocas oportunidades para salir adelante. En ocasiones, la España sin esperanza.

...esta obra es parte de un colectivo artístico que está bregando por mostrar otra cara de la identidad española, más allá de las fantasías monárquicas y las aspiraciones de primer mundo.

El protagonista es Pedro Marrero. Un hombre de unos treinticinco años con una vida sencilla y feliz en medio de las dificultades. Por ser gordito, su gente lo conoce como "Grasa". Tal vez, el destino de Grasa no hubiera pasado sin pena ni gloria por este mundo de no ser porque la muerte un buen día le toca a su puerta con una amenaza contundente: el sobrepeso le ha pasado factura, y si no se pone las pilas, en cualquier momento se puede morir de un infarto.

El impacto, lleva a Grasa a cuestionarse la manera en que ha estado viviendo hasta ahora. Decide salirse del circuito de vicios y hampa común al que había estado acostumbrado y se aventura a buscar su lugar en el mundo. En esta serie, muy poco vemos del primer mundo: se aprecia la pobreza, humildad y sencillez que muy bien pudiéramos conseguir en cualquier barrio del mundo, con las angustias y anhelos de quienes quieren abrirse paso para construir una vida con propósito.

Un protagonista como todos nosotros

Así, Grasa recomienza su vida de cero en otra barriada. Se mezcla con gente de clases sociales superiores, hace nuevos amigos y constantemente en clave de comedia y de tragedia nos hace pasar de la risa al llanto y viceversa, para mostrarnos la belleza y la maravilla de quienes luchan en lo pequeño por abrirse camino y sobrevivir.

El humor se convierte en un conductor efectivo para ver de cerca la desgracia. Nos reímos de la tragedia, pero también nos sensibilizamos ante la angustia humana de sus protagonistas para sobrevivir. Nos ayuda a ver incluso con ternura las vidas y lugares más humildes, al retratar con bastante crudeza la voluntad de los más pobres por vivir dignamente. 

El escenario donde se desarrolla Grasa es la pobreza. Una pobreza, que si bien está en Europa, nos demuestra que la pobreza es universal, y hermana a la humanidad en torno a la voluntad de vivir y de evolucionar con las pocas herramientas que se tengan a mano. También es un tributo a la amistad y la solidaridad humana en medio de las adversidades. Vale la pena acotar, que esta serie se evidencian por otra parte los vicios y arrogancias típicos de quienes buscan escalar posiciones sociales. Esto nos confirma que en capitalismo, los trastornos suelen ser los mismos en cualquier lugar.

Esta serie se desarrolló en el año 2020, en apenas dos temporadas de seis episodios cada uno, con una duración de 25 minutos. Fue dirigida por David Sainz para RTVE y fue protagonizada por el comediante Kike Pérez, como el legendario Grasa.

Esta serie nos recuerda mucho a la estética de Almodóvar, y a la mezcla de humor con melancolía al que nos tiene acostumbrados el cine español. La fotografía y el uso de los colores sepia distintivos de los audiovisuales españoles también están presentes, así como parte de la movida hip hop hispana. Se dice que esta obra es parte de un colectivo artístico que está bregando por mostrar otra cara de la identidad española, más allá de las fantasías monárquicas y las aspiraciones de primer mundo. Ampliamente recomendada para devorársela un solo domingo con cotufas. Indispensable, para reconciliarse con la vida.

POR MARÍA EUGENIA ACERO COLOMINE • @mariacolomine

ILUSTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta