06/09/23. Bailar siempre ha tenido una repercusión especial con lo sagrado.
Una tarde cualquiera, unas diez mujeres se reunieron en un espacio especial para sanar. El método de bienestar que se emplearía para esta sesión sería el baile. La actividad empieza con una tertulia: todas deben estar descalzas y con ropa cómoda. A la clase llegó María Fernanda por primera vez y no tiene conocimientos de esta disciplina. Así que sus compañeras le dan luces. Adriana comenta: "Vengo a veces dos veces por semana, y esta práctica me ha ayudado mucho a soltarme. Actualmente estoy atravesando un duelo, y con la biodanza he podido canalizar mejor el dolor.
Christianne agrega: "Normalmente la vida nos exige vestir máscaras. La biodanza nos recuerda cómo somos y en estas clases podemos ser nosotras mismas sin juicios. A veces me ha pasado que me dan ataques de risa o llanto, y está bien". Vidaritza señala que en la biodanza la música la libera para conectar con sus verdaderas emociones y experimentarse a sí misma tal cual es.
La profesora Evelyn Moi nos ilustra: "La biodanza es una disciplina que busca integrar todos los aspectos de nuestro ser para que seamos congruentes y al mismo tiempo nos relacionemos mejor con nuestro entorno. Por esto se trata de una práctica grupal. Soy músico, y en la música normalmente la práctica es muy rígida. Con la biodanza más bien nos soltamos y podemos ser nosotros mismos".
Empieza la sesión. Caminamos siguiendo las instrucciones de la profesora Rosa Elena Pérez, quien también es poeta y docente. Así, nos movemos por todo el salón transmitiendo triunfo, alegría y empoderamiento. Luego, seguimos el tránsito en pareja y en grupo, trabajando el sentimiento de conexión y equipo. En la sesión experimentamos la naturalidad de los cambios y de crecer en consecuencia. La música es poderosa: bossa nova, salsa, ritmos andinos... los sonidos dictan la batuta para que vayamos soltando la timidez y salga a flote nuestra verdadera esencia. Algunas compañeras brincan, otras bailan más sueltas mientras otras se mueven más reservadamente. Todo el mundo es libre.
De pronto, la profe Rosa Elena nos invita a un ejercicio especial para conectar con nuestros ancestros. Una música instrumental suave sirve de telón de fondo para comunicarnos con nuestros muertos. Aquí, debo confesar que de pronto salieron lágrimas solas. Sin razonar, de pronto me imaginé saludando a mis seres queridos y ellos me abrazaban con mucho amor y alegría. Pude saberme amada y protegida por ellos, y haciendo uso del movimiento los envié hacia la luz. Quedé impactada por el poder de un sencillo acto psicomágico.
La sesión finalizó con algunos pasos de contención para volver a tierra, muchos abrazos y reconocimiento. En una clase de dos horas se movió una energía muy fuerte: a mí me dio mucha paz y tuve sueños reveladores los días siguientes.
La profesora de biodanza y periodista Sonia Pirona nos habló sobre esta disciplina: "El Sistema Biodanza libera al amor de las celdas socioculturales donde lo hemos metido e ignorado especialmente los últimos siglos".
Evelyn Moi, quien participó con nosotros en la clase que ofreció la profe Rosa Elena Pérez, agrega, "Biodanza es un concepto de integración afectiva, renovación orgánica y reaprendizaje de las funciones originarias de la vida, basada en vivencias inducidas por la danza, el canto, la música y situaciones de encuentro: persigue la unidad entre percepción, motricidad, afectividad y funciones viscerales. Es una integración de la identidad".
Quienes deseen abrirse a sentir y ser con más libertad reconectando con su intimidad, son bienvenidos en diversos espacios. Las profes Evelyn Moi y Rosa Elena Pérez dan clases los jueves a las 2:30 pm en el espacio Prama de la avenida Victoria. Para mayor info, visitar la cuenta de ig @prama.bienestarsalud. La profesora Sonia Pirona da clases de Biodanza y Poesía 'Poética de Misión' 2 a 4 pm en el Museo de Bellas Artes.
POR MARÍA EUGENIA ACERO • @mariacolomine
FOTOGRAFÍAS MICHAEL MATA • @realmonto