16/02/2023. Ahora que el nuevo estadio de beisbol Monumental Simón Bolívar se ha convertido es un símbolo de la reconstrucción deportiva de Caracas, con la instalación más moderna para la práctica y disfrute de este espectáculo profesional, hay que recordar que otras actividades deportivas también están en el cajón de bateo, a la espera de que les llegue su oportunidad de dar un tablazo de cuatro esquinas.
Los apasionados del fútbol nacional también estamos a la expectativa de que la capital del país tenga un estadio exclusivo para la celebración de los partidos de los equipos que compiten en la primera división, con el Caracas Fútbol Club como bandera con sus doce títulos.
La Copa América de Venezuela 2007 debió haber sido la oportunidad para que Caracas contara con un estadio moderno; pero entre el desprecio visceral del entonces presidente de la Federación Venezolana de Fútbol, Rafael Esquivel hacia la ciudad, quien dejó para la historia aquella frase infeliz de que en materia de fútbol, “a Caracas ni agua”, y el deseo de remodelar las instalaciones en el interior del país, la ciudad quedó casi marginada del torneo.
Apenas recibió el partido por el tercer lugar ganado por México 3-1 sobre Uruguay, cuyo único legado fue unas sillas incomodísimas, que el entonces Alcalde Mayor de Caracas, Juan Barreto, instaló a la carrera en el estadio Olímpico de la Universidad Central de Venezuela.
La visita al país en tiempos recientes del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, dejó como promesa la edificación de un nuevo y moderno estadio de fútbol.
Como aún no se ha colocado la primera piedra de esa edificación, aprovechamos para dar algunas recomendaciones.
La primera, es que sea una cancha donde se viva y se respire el fútbol por todos los costados, sin peligrosas rejas ni pista de atletismo que generen un distanciamiento físico y emocional. Solo hay que fijarse en los modernos estadios de Inglaterra, donde los aficionados y el juego ahora conviven en sana pasión y armonía.
La segunda, y no menos importante, es que ese estadio honre la memoria del futbolista caraqueño que más hizo con su lucha para dignificar este deporte y a la selección de Venezuela: Luis Mendoza, el entrañable y legendario “Mendocita”, primer crack de fama internacional del fútbol nacional.
En una época en la que los venezolanos apenas eran relleno en los equipos del llamado “fútbol de colonias”, Mendocita demostró con el indiscutible talento de dorsal diez, su notable personalidad dentro y fuera del terreno como jugador y luego como entrenador, que el futbolista criollo debía ser el punto de partida para el crecimiento de esta disciplina.
El nuevo estadio de fútbol debe llevar su nombre, y una estatua en la entrada que recuerde a las nuevas generaciones el tamaño de su gesta deportiva.
POR GERARDO BLANCO • gerarblanco65@gmail.com
ILUSTRACIÓN JUSTO BLANCO • @justoblancoruiz