07/04/2023. Hay vidas que son dignas de contar, esas personas que viven con espíritu de reinvención, curiosidad, y con la motivación de atreverse a cosas nuevas sin importar las primaveras. Xiomara, es correctora de nuestra revista y es la alegría de la redacción con su testimonio nada convencional. Ella, viviendo su sexta década, es campeona en natación en aguas abiertas, y tiene una historia que motiva a cualquiera. En esta ocasión quisimos hacer este homenaje a una mujer que se reinventa a sí misma, y a su pasión por las actividades deportivas.
— Breve descripción de la entrevistada
Soy la tercera de seis hermanos, por lo que me gusta mantener el equilibrio, la armonía en el hogar, sobre todo escuchando a las personas. Tengo dos hijos, ya cuarentones. Viví en Francia cinco años en donde estudié francés e inglés. Como objetivo de vida me gusta cambiar cada década: De los 30 a los 40 años estudié mercadeo y ventas y trabajé como gerente de registro de productos en una empresa. Me gusta también escribir así que realicé talleres de redacción, escritura creativa, crónica, poesía.
— ¿Cómo inicia Xiomara López, en el deporte?
Me ha gustado integrar a mi vida la actividad deportiva y durante una década me dediqué al trote, participé en carreras de 10 y 12K hasta que empecé a lesionarme. De 40 a 50 años: trabajé en una empresa que quedaba muy cerca de la subida “La Julia”; éramos un grupo amante del Waraira, lo considerábamos nuestro oxígeno. Permaneciamos horas allá arriba.
Entre los 50-60 años cambié de empresa. Quedaba en el bulevar de Sabana Grande, así que se me imposibilitaba ir a la montaña. Me inscribí en un gimnasio y allí estuve practicando disciplinas como bailoterapia, aerobics, tae-box, yoga, disfruté y aprendi muchísimo. Actualmente tengo un grupo de señoras a las cuales les imparto esos conocimientos.
Esta década, 60-70 estoy practicando natación. Hubiese querido comenzar en este deporte desde el principio, me encanta nadar, es muy completo y hay un mínimo de lesiones.
— ¿Siempre tuviste interés por nadar?
Siempre busqué integrar en mi vida alguna actividad física y la natación la consideraba elitesca. Con la masificación deportiva las cosas han cambiado y ahora es accesible para todas y todos. Comencé tarde, pero más vale tarde...
— ¿Cómo fueron tus inicios en la natación y en su modalidad en aguas abiertas?
En el 2013 tenía sobrepeso, comencé a ver un nutricionista, (dieta draconiana, por cierto) y mi hija, que ya estaba en natación, me dijo que me inscribiera, además tengo hernias discales y lo vi como una actividad terapéutica para contrarrestar el dolor. Cuando fui a preguntar me dijeron que era sólo dos días a la semana me pareció poco. Me inscribí entonces en el Club Máster Parque Miranda desde cero, a aprender la técnica. En marzo del 2014 comencé y ya en septiembre fui a mi primera experiencia en aguas abiertas. La playa San Luis, en Cumaná. Mi hija me alentó y me dijo: "Son sólo 3K, eso lo haces entrenando". Me llevó dos horas, que es bastante, pero lo cumplí. Logré ganar mi medalla y eso fue un incentivo para seguir en la actividad. Muchas personas que nadan no se atreven ni siquiera a meterse en la parte honda del mar, les da miedo, sin embargo yo lo hice y eso me pareció muy gratificante.
— Anecdotario de tu actividad deportiva.
En un aguas abiertas, en Tanaguarenas, había mal tiempo con olas de tres metros, para entrar era difícil. Los niños iniciaban la competencia de 2K y 3K los juveniles y máster. A las once de la mañana comenzó la de los niños: la boya se desprendió y los papás angustiados viendo sus hijos persiguiéndola, los sacaron con motos de agua y la guardia costera. Seguía el mal tiempo y ningún organizador suspendía. Nos dijeron que hiciéramos el recorrido de 1K. Mi hermano estaba en la orilla viendo con unos binoculares mi recorrido. Yo tenía un gorro rojo, él me contó que yo me hundía y salía, me hundía y salía de las olas, y en un momento no supo más de mi. Era que se me había caído la gorra, tuve que parar para quitarla y ponerla dentro del traje de baño. Fue fuerte y angustiante nadar en esas condiciones.
— ¿Qué se requiere para desarrollarse en la natación a aguas abiertas?
Hay muchas mujeres jóvenes que se han entrenado conmigo y cuando van al mar le da ataques de pánico, incluso personas que ya han estado mucho tiempo entrenando en la piscina y cuando llegan al mar, el miedo los domina.
— ¿Qué sientes al practicar esta disciplina?
Cuando uno practica una actividad deportiva hay un momento en que se liberan las endorfinas, y en natación se siente estar flotando en el vientre de la madre; es muy placentero, las brazadas, el control de la respiración, es rico. Yo nado en las mañanas, ya a las seis y media estoy dentro, a las siete sale el sol y las guacamayas pasan por encima de la piscina, encuentro eso espectacular.
— ¿Qué le recomendarías a alguien que quiera iniciarse en el deporte?
Las señoras que hacen bailoterapia conmigo se están comprando los implementos para comenzar a nadar, quieren vivirlo. No es una actividad sólo para niños y conozco muchas que ni siquiera podían meter un dedo en la piscina y ahora son buenas nadadoras. Quizá a ellas no les gusta la competencia, pero a mi si. También es bueno porque en mi categoría somos pocas las que competimos, eso hace que siempre esté cerca o en el podio. Ellas se han estimulado y lo que les digo es que se requiere constancia y disciplina para lograrlo.
— Tu top 5 de Caracas.
-Waraira Repano
-Alrededores de la plaza Bolívar
-Parque Francisco de Miranda para trotar
-El amanecer en el pico Naiguatá, y su friíto rico y los colores impresionantes
-Recorrer los museos de Caracas, una maravilla.
POR MARÍA ALEJANDRA MARTÍN • @maylaroja
FOTOGRAFÍAS ALEJANDRO ANGÚLO @alejanrockphoto