La articulación feminista se juntó de nuevo en las calles caraqueñas para elevar sus exigencias ante un sistema jurídico y legislativo que no garantiza la seguridad de sus vidas
Por María Alejandra Martín • @maylaroja / Fotografías Michael Mata • @realmonto / Mairelys González • @mairelyscg27 / Sergio González • @kuamachi
El 25 de noviembre es el Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y organizaciones feministas se dieron cita para, entre otras cosas, homenajear a las 200 mujeres asesinadas en lo que va de año, según el monitor de femicidios Utopix. Diversas actividades culturales, divulgativas y comunitarias al ritmo de tambores, consignas y banderas fueron parte de la jornada. Esta ruta inició por la mañana en plaza Caracas, frente a MinSalud y el discurso fue orientado contra la violencia obstétrica, un mal comúnmente normalizado en sociedad y que contradice el derecho a una maternidad deseada, segura y feliz. Las compañeras con sus distintivos pañuelos morados y verdes enaltecen las luchas de los movimientos de base que parecen ser la solución a los flagelos ante esta realidad.
La violencia no es juego
Con la frase “vivas nos queremos” comenzó esta actividad donde se elevó el comunicado titulado “La violencia obstétrica, si existe”, esta es una de las muchas formas en la que se expresa la desigualdad y el maltrato hacia el cuerpo de las mujeres, se ejerce en los centros de salud públicos y privados y afecta directamente a las madres, especialmente a aquellas en situación de pobreza. No es un secreto que las mujeres de nuestra patria son constantemente agredidas en su maternar, no solo con frases como “así no llorabas cuando estabas tirando”, sino también siendo desatendidas por falta de insumos u con un personal médico insensible, lo que genera riesgo en la vida de la madre y bebé. Las secuelas no solo son físicas sino también psicológicas y es invisibilizada porque una vez la madre sale de los centros de salud busca olvidar la desagradable experiencia o simplemente no saben que están siendo sometidas por estar tan normalizado.
Movimientos de mujeres demandan
Las mujeres claman reformas en la política pública para no solo normar sino también para poder acceder a la justicia cuando una de ellas es víctima de la violencia obstétrica, vulnerando el derecho a la vida, a la salud, a la integridad física, psíquica y moral, a la intimidad y al libre desenvolvimiento como ciudadanas sujetas de derecho. Se exige al Ministerio del Poder Popular para la Salud (MinSalud) la publicación de cifras y estadísticas epidemiológicas en torno a la salud materna ya que no existen datos reales sobre mortalidad materna en el país pero se sabe que hay altas tasas de embarazos y nacimientos inseguros. Se exige el reimpulso del Plan de Parto Humanizado con perspectiva de derechos humanos, garantizar la formación del personal de salud pública, asegurar la aplicación de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para lograr la atención oportuna y de calidad, además desarrollar políticas públicas y procedimientos seguros para la interrupción voluntaria del embarazo en mujeres y adolescentes que no se encuentran en condiciones de llevar a feliz término dicho proceso.
El nacimiento como parte fundamental de la vida y la maternidad deben ser respetados y desarrollados en entornos seguros, con información verídica, un trato amororo…
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Entre las colectivas firmantes se encuentran la Asociación Civil Tinta Violeta, Faldas R, monitor de femicidios Utopix, Parir con Placer, Red de Colectivas la Araña Feminista, Colectiva Tejiéndonos Mujeres, Gestar Derechos, Uquira, Musa Asociación Civil Ámbar, Pixel Rojo y organizaciones internacionales aliadas como Ángemla (Perú) y el Grupo por la Humanización del Parto y Nacimiento (Uruguay). Cabe destacar que estas exigencias parten del trabajo organizado y sistematizado que las diferentes colectivas del país vienen desarrollando para la protección, atención legal y acompañamiento de las mujeres en materia de derechos sexuales y reproductivos. El nacimiento como parte fundamental de la vida y la maternidad deben ser respetados y desarrollados en entornos seguros, con información verídica, un trato amoroso para lograr una vida digna.
Lo cultural se dio cita en la candelaria
La puesta en escena arrancó pasadas las tres de la tarde con la Brigada Feminista Latinoamericana, Las Comadres Púrpuras y otras organizaciones, en ella fueron tocados varios temas que engloban las diversas formas de violencia, con especial enfasis para homenajear a las víctimas de femicidio en lo que va de año, 4 de ellas se identificaron como mujeres trans.
Con velas en el piso se dió apertura a la jornada que tomó relevancia en las expresiones culturales para sensibilizar a los transeúntes ante estos temas con representaciones artísticas.
Una mujer tendida en el suelo con dos bailarinas que con hilos tejen a la víctima es la puesta en escena Azúl Cerúleo, un performánce dirigido por Niyireé S. Baptista S., con las interpretaciones de Selene Sánchez y Anyoeli Bernardo de Éter Dance Company, busca narrar el dolor que viven las mujeres que se encuentran dentro del ciclo de la violencia y lo difícil que puede ser salir de esa situación. Expone la desesperación, la rabia, la angustia y la depresión que causa la violencia machista y patriarcal y que muchas veces la sociedad no comprende juzgando a la mujer y acusándola de ser la responsable de vivir violencias.
La jornada cerró con gritos al cielo, aviva voz con los nombres de las asesinadas y luego justo se abrió el micrófono para los derechos de palabra de colectivas e individualidades.
Algunas opiniones en voz feminista
Una pancarta pidiendo acceso a un salario digno fue elevada por una de ellas, pues las mujeres tienen un sueldo menor al de los hombres con relación a la triple y cuátruple jornada laboral a la que es sometida con las tareas de cuidado de la vida en general.
Laura Cano de Tinta Violeta comenta que hicieron especial énfasis en la violencia obstétrica por las experiencias obtenidas a través del voluntariado “Mayell Hernández”, un espacio seguro que asesora legal y psicológicamente a las mujeres, brindando un acompañamiento amoroso a quienes piden ser atendidas.
Sariyibel Abreu, quien pertenece a la Brigada Feminista Latinoamericana, comenta “Hoy salimos a las calles para elevar nuestras voces exigiendo justicia por todas aquellas mujeres que han sido asesinadas por el machismo y que sus muertes siguen impunes. Le decimos al Estado que tome en cuenta estos casos y que realmente realice una transformación jurídica profunda para garantizar nuestras vidas. Cada 36 horas hay un femicidio en Venezuela, y si vivimos realmente en revolución, en un país de izquierda y socialista y que además se autodenomina feminista, debe poner manos a la obra para que el acceso a la justicia sea con un verdadero sistema de protección para cuidar la vida de todas”.
Hoy salimos a las calles para elevar nuestras voces exigiendo justicia por todas aquellas mujeres que han sido asesinadas por el machismo y que sus muertes siguen impunes.
Úrsula Remedios de Las Comadres Púrpuras habla de la continuidad de la lucha en la calles y de la violencia de Estado que se reproduce mediante una estructura que, sistemáticamente agrede, revictimiza y oprime los cuerpos y vidas de mujeres, expresada en la censura de cifras y la poca información, sobre investigaciones o formaciones que acompañen a las sobrevivientes. Hace un llamado, más allá del binarismo comunicacional y político, que nos ubica en una guerra, cuando en la cotidianidad nos encontramos mujeres con distintas visiones, unidas en una causa común de romper con la polarización y luchar por una vida más digna.
Verónica Arvelo de Entretejidas comenta: “estamos aquí para hablar y hacer visible las violencias que sufren las mujeres. Según la Organización de las Naciones Unidas, una de cada cuatro mujeres sufre de violencia a lo largo de su vida. Normalmente se cree que es un tema que se debe manejar en lo privado, o que es un tema solo de mujeres y realmente es un problema estructural y sistemático de la sociedad y por lo tanto tenemos que comenzar a visibilizar y combatirla”.
Caminamos juntas
Es innegable que ahora el movimiento feminista de diversas corrientes comienza a caminar con pasos más firmes y el pueblo mujer se une a pesar de las tendencias políticas para hacer visible la desigualdad.
La participación de las últimas tomas de calle han sido bastante significativas, donde el intercambio de experiencias es fundamental y donde la voz que se eleva es una sola para seguir exigiendo justicia para todas las mujeres y seguir generando orgánica para acompañar y construir desde los sectores más vulnerables.
Si vives situación de violencia puedes comunicarte con los números de atención Tinta Violeta 0416-214.27.33/ 0426-215.51.84 Cedesex 0412-577.33.36/ 0412-977.04.80.