19/10/23. Alta, de figura sinuosa y con una achinada mirada que regala tranquilidad espiritual, Miroslava Torres es una mezzosoprano que ama nuestra tradición y la conocí hace unos años ya, en alguno de nuestros conciertos cuando nos tocó compartir escena.
Su mamá, la señora Carmen Torres, cantaba boleros en la radio y cuando Miroslava era pequeña a su familia le encantaba escuchar y cantar canciones de Ali Primera, Soledad Bravo, Mercedes Sosa y Jesús Sevillano, pero también, salsa brava y romántica, entre otros. Sin duda, una gran influencia para ella.
Habiendo crecido en las Lomas de Urdaneta, en el bloque 4, desde pequeña participaba cantando o bailando. Más adelante, como adolescente, quiso incursionar en la vida coral, por lo que audicionó para ser parte del orfeón del liceo Fermín Toro, que gozaba de un importante prestigio. Cantó en el orfeón hasta los diecisiete años, y continuó en el mundo coral hasta los veintidos.
Y siguió cantando. Fue parte de la coral del Instituto Nacional de Obras Sanitarias (INOS), donde grabó su primer CD, y la coral Ars Nova, todos dirigidos por su primer maestro de canto, Luis Gilberto Aristiguieta. Luego, a los treinta y dos años, incursiona en la tradición. Hizo talleres de canto tradicional y técnica vocal con los maestros, Jesús Rondón y Janice Williams, en la Fundación Bigott, certificándose, luego de dos años de estudio.
Acá comienza un período importante en su vida musical, pues integra el grupo La Patria Buena como cantante solista y coros. Han sido veinticinco años de aprendizaje y conocimiento de cada género de nuestra música tradicional. Su director es Arturo Rodríguez.
Por otro lado, desde hace dieciséis años integra también un excelente grupo de parranda, La Calenda de Naiguatá, y ha aprendido qué es el tambor y la parranda de la costa.
Continuó formándose en el canto con los talleres impartidos en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg), con Jesús Rondón y ha recibido clases de canto, de jazz, con el profesor Gilberto Simoza.
También realizó talleres de cuatro, y lo charrasquea un poco, y le encanta tocar las maracas, a su modo. Agradece a su gran amigo y profesor Totoño; el Gran Totoño, que todos extrañamos; y al profesor Miguel Ángel Alcalá, quienes le enseñaron lo que sabe del cuatro.
Vale agregar que también es bailadora de géneros tradicionales, formada en los talleres de la Fundación Bigott y talleres varios con el excelente profesor Eduardo Omaña, aun cuando ella ya bailaba, y bastante, ya que creció en las Lomas de Urdaneta, salsera y salsosa.
Admira y se inspira en artistas como Betsayda Machado, Francisco Pacheco, Giovanny Palacios, de quien ha aprendido y agradece mucho. También, Soledad Bravo, Mercedes Sosa, Ali Primera, Rocío Dúrcal, Olga Tañón, La Dimensión Latina, Felipe Pirela, etcétera.
Aún no compone pero sí ha grabado en varios álbumes de música tradicional con La Patria Buena, La Calenda de Naiguatá, Freddy Madera y sus Raíces y, Giovanny Palacios y su agrupación.
En la actualidad hace arte junto a Afrotrópico, agrupación dirigida por el profesor Gilberto Simoza, creador del Manduco. Y en su agrupación, Parranda Caracas, esperando ya la Navidad, con parrandas, villancicos, aguinaldos, etcétera, como debe ser.
Su filosofía: “La Misión de un artista, cantante o músico es, prepararse cada día, continuar estudiando, superarse a sí mismo cada vez, sin competencia ni comparación, manteniendo la humildad, la sencillez, la hermandad y la empatía. Ser felices y así brindar esa felicidad a la gente que nos ve y escucha.”
Les dejo sus redes:
@t.miroslava (Instagram), Miroslava Torres ( facebook),
@mirostorres55 (tik tok)
y de las agrupaciones donde participa:
@lapatriabuena
@afrotropicomusic
@calendadenaiguata21
@parrandacaracas
POR ROCÍO NAVARRO AMARO • epale.rocio.navarro@gmail.com
FOTOGRAFÍAS FOTOGRAFÍAS MICHAEL MATA • @realmonto