12/10/23. Eran seis y un par de mascotas.
Quedaron vacíos y heridas sin cauterizar.
Al principio congoja, lejanía, luego se asomó la aridez y por último la indiferencia.
Los aguacates cayeron apenas nacer, el mandarino se transformó en bonsái y el limonero lanza una que otra lágrima que nadie cree sea de nostalgia.
Lorca y Poe, las mascotas, esmirriados con los pelos parados de tanto susto en su intento por esquivar los escobazos... buscando comida en casa ajena.
¡Ahhh! solo la enredadera se estira, bosteza y sonríe socarronamente.
Las paredes, trémulas, temen al viento y a la lluvia.
—¿Qué más podré contarte sí llegado el momento me preguntases?
Una tarde ventosa y calurosa y triste se escuchó un trino:
—¡Hola! ¿Cómo estás? ¿Aún vives? ja, ja. Nosotros so, so.
Abrazo virtual.
—¡Hola! Lo siento, he fagocitado en el silencio que impone su ausencia. Todavía me gustan los ramos de azucenas. Abrazo desde el estoicismo.
La autora
Haydee Espinoza
(Rubio, 1946)
Normalista, actualmente es docente jubilada. Se inició en la creación literaria a los 70 años de edad, gracias a un taller dictado en el Centro Cultural Méndez Osuna, en Tovar, estado Mérida. A partir de ahí no ha dejado de participar en numerosos talleres literarios y de poesía. Ha publicado poesía y narrativa en la revista País de Papel, de la Asociación de Escritores del estado Mérida. Actualmente es miembro de la directiva de la Asociación de Poetas Valle Mocotíes.
ILUSTRACIÓN: CLEMENTINA CORTÉS