29/02/24. Lo mejor de esta serie sobre Fellove es el documental El Gran Fellove de Matt Dillon en el cual narra la carrera musical del cantante de scat y showman cubano, y la grabación de su último disco. Lo peor, es que llevo casi dos meses buscándolo en Internet sin éxito, por lo que no me queda otra, sino tratar de tejer los retazos que he logrado a partir de reseñas, críticas, tráilers y otros videos en las redes.
Entiendo que la película abre con el propio Matt Dillon tocando congas en su casa en Nueva York, mientras admira sus instrumentos de percusión y relata sus inicios en esto de la música del Caribe, sobre imágenes latinas en Nueva York (Tito Puente tocando timbal, Ismael Miranda tocando el cencerro encaramado en una pared y gente bailando en la calle), como podemos observar en un clip para uso de prensa (EPK) entregado por el Festival de Cine de Telluride desde su sitio de prensa. Después narra que empezó a visitar Cuba en 1993, y ese año encontró en La Habana un local de discos viejos donde compraba, muy baratos, sus vinilos de colección.
El corte es, -como decíamos en entrega anterior-, la pieza Descarga Chocolate grabada para el disco en un exquisito reencuentro con el gran trompetista Alfredo “Chocolate” Armenteros, amigo de Fellove desde mediados del siglo XX, y también el cantante de la Sonora Matancera del 56, Celio González, quien viajó a México, a raíz del triunfo de la revolución cubana en 1959, y allí se quedó. La secuencia sigue mientras Celio reflexiona sobre las vueltas que da la vida, y recuerda sus cuarenta años en México, y luego Chocolate va contando sobre la música cuando su papá le preguntó que oficio él quería, la música o jugador, para concluir que terminó en paloma volandera.
(Valga un paréntesis para recordar las primeras grabaciones de Chocolate en 1947 con la banda de René Álvarez, luego con Arsenio Rodríguez ―una de las figuras más importantes de toda la historia de la música cubana―. Tocó la trompeta en la orquesta Tropicana de Bebo Valdés entre 1950 y 1957, fue primo de Beny Moré y formó la sección de metales de aquella legendaria orquesta, “La Banda Gigante”, y luego saltó a Nueva York, a petición de Mario Bauzá, para tocar la trompeta en La Orquesta de Machito durante décadas). Y valga decir, que esa amistad continuó en el tiempo, como pude ser testigo al encontrarme con Chocolate en el apartamento de Bauzá, cuando lo entrevisté en Nueva York, a principio de los noventa. Y valga también resaltar que participó en el Grupo Folklórico y Experimental Nuevayorquino, creado por Andy González con Jerry González y producido por René López.
Volviendo al film, Joey Altruda lo resume en Latinjazz.net: “A través de una serie de entrevistas, fotos, y videos de archivo, así como imágenes del propio Matt, la película relata la vida de Fellove en Cuba como un músico luchador, su eventual éxito en México y el contagioso amor que sintió por la música hasta el final de su vida." Todo había comenzado con varios viajes a México en el otoño del 99, en el que ocurrieron reuniones con Fellove, tocando con él y su grupo de jóvenes músicos cubanos, con la idea producir un disco. Fellove no grababa desde mediados del 79. Matt se une en México con Drew Carolan, un fotógrafo y productor de renombre, y filmó todo el proceso de grabación. “Lo que yo tenía en mente, -contaba Joey-, como un gran EPK (paquete de prensa electrónico), se convirtió en un documental sobre un movimiento musical poco conocido en Cuba llamado "Filin" (fonética de sentimiento)”.
Hay que decir que no quedó mucho material de la participación de Fellove en las primeras reuniones nocturnas de cantantes y compositores, los fines de semana, en la casa de Angelito Díaz, en el Callejón de Hamel y, también, entre semana en la casa de Celia Cruz, en el barrio de Buena Vista. (Esto de Celia, no lo conocía)… Fue el principio de un movimiento que llegará a ser conocido bajo el nombre de filin con el Niño Rivera, César Portillo de la Luz, Olga Guillot en algunos de sus viajes a Cuba, Omara Portuondo, Elena Burke, Aída Diestro, José Antonio Méndez, Frank Emilio y unos cuantos más…
Sin embargo, la producción finalmente se reanudó varios años después, unos ocho años antes del estreno en el Festival de Cine de San Sebastián en España el 22 de septiembre de 2020 y más tarde, en octubre, en el Festival Internacional de Cine de Morelia, México.
POR HUMBERTO MÁRQUEZ • @rumbertomarquez
ILUSTRACIÓN ERASMO SÁNCHEZ