21/03/24. La nueva convocatoria del técnico argentino a cargo de la Vinotinto, Fernando Batista, para los partidos amistosos contra Italia y Guatemala es toda una declaración de propósito de su intención de continuar el indispensable proceso de seguir mejorando la cosecha de la selección nacional de fútbol. El “Bocha” ha sido el principal valedor de los jugadores de la selección menor. Fue con ese grupo de chamos, encabezados por Telasco Segovia, que comenzó su trabajo renovador como asistente técnico de José Pékerman en el prestigioso torneo francés Maurice Revello.
El gran desempeño que exhibieron Segovia, Lacava, Ortega, Renné Rivas y Jovanny Bolívar en el preolímpico sub-23 de Caracas, donde Venezuela se metió en la final y peleó hasta el último partido por clasificar a los Juegos Olímpicos de París, fue una señal luminosa de las diversas alternativas que se acumula en los botines de esta camada que pide pista en la selección absoluta.
Ante la baja de Yangel Herrera por una lesión en el sóleo de la pierna derecha, Batista podría darle oportunidad a Segovia para que forme el trivote de mediocampistas. El exjugador del Deportivo Lara que busca consolidarse en el Casa Pía de Portugal es el mejor volante box to box de su generación.
Lacava es el extremo zurdo con cambio de ritmo, toque en corto, pase-gol y gran pegada para los cobros de pelota detenida que no tiene la Vinotinto. Su aporte puede complementar el desborde que ofrecen Darwin Machís y el también lesionado Yangel Herrera por ese sector del terreno.
Las dudas defensivas con los laterales, que habían sido un problema insoluble para la Vinotinto, ha quedado despejadas en la eliminatoria gracias al formidable trabajo que ha realizado Alexander González, por la banda derecha, y Miguel Navarro y Christian Makoun por el lado contrario. Sin embargo, la inclusión de Rivas, una de las mayores promesas del Caracas FC, es un gran premio para este jugador; un lateral izquierdo natural, con pulmones para recorrer la cancha, ir y venir sin desfallecer en el intento ni dejar un hueco en sus espaldas, que sabe templar centros y hasta definir con categoría. No abundan en el Futve jugadores con estas características y tendrán la oportunidad de seguir evolucionando en un ambiente tan exigente como el de la Vinotinto.
En el fútbol los cambios son inevitables, pero el talento emergente hay que pulirlo con planificación y trabajo. El proceso evolutivo del “Bocha” en la Vinotinto se viene tejiendo con finura, sin apresuramientos, y habrá que darle tiempo a la generación sub-23 para que maduren y terminen de salir del capullo.
POR GERARDO BLANCO • gerarblanco65@gmail.com
ILUSTRACIÓN JUSTO BLANCO • @justoblancoru