23/10/25.
Marte era una costa distante y los hombres cayeron en olas sobre ella. Cada ola era distinta y cada ola más fuerte. La primera ola trajo consigo a hombres acostumbrados a los espacios, el frío y la soledad; cazadores de lobos y pastores de ganado, flacos, con rostros descarnados por los años, ojos como cabezas de clavos y manos codiciosas y ásperas como guantes viejos. Marte no pudo contra ellos, pues venían de llanuras y praderas tan inmensas como los campos marcianos. Llegaron, poblaron el desierto y animaron a los que querían seguirlos. Pusieron cristales en los marcos vacíos de las ventanas, y luces detrás de los cristales.
Esos fueron los primeros hombres.
Nadie ignoraba quiénes serían las primeras mujeres.
Los segundos hombres debieran de haber salido de otros países, con otros idiomas y otras ideas. Pero los cohetes eran norteamericanos y los hombres eran norteamericanos y siguieron siéndolo, mientras Europa, Asia, Sudamérica y Australia contemplaban aquellos fuegos de artificio que los dejaban atrás. Casi todos los países estaban hundidos en la guerra o en la idea de la guerra.
Los segundos hombres fueron, pues, también estadounidenses. Salieron de las viviendas colectivas y de los trenes subterráneos, y después de toda una vida de hacinamiento en los tubos, latas y cajas de Nueva York, hallaron paz y tranquilidad junto a los hombres de las regiones áridas, acostumbrados al silencio.
Y entre estos segundos hombres había algunos que tenían un brillo raro en los ojos y parecían encaminarse hacia Dios…
De: Crónicas marcianas (1950).
Ray Bradbury (Illinois, 1920 - California, 2012)
Influyente escritor estadounidense conocido por sus obras de ciencia ficción, fantasía y terror. En 1947, publicó su primera colección de cuentos, Dark Carnival. Es famoso por publicaciones como Fahrenheit 451 (1953), una novela distópica que explora una sociedad donde los libros están prohibidos y los bomberos queman cualquier texto que encuentran, y Crónicas marcianas (1950), una colección de historias interconectadas sobre la colonización de Marte por humanos y sus consecuencias. También conocido por sus poemas, obras de teatro y guiones de cine y televisión. Se le considera uno de los narradores estadounidenses más genuinos e influyentes del siglo XX. Entre sus libros más celebrados, aparte de los ya referidos, están Las doradas manzanas del sol (1953), El país de octubre (1955), Vino de diente de león (1957) y Las maquinarias de la alegría (1963).
ILUSTRACIÓN: CLEMENTINA CORTÉS