11/04/24. En las relaciones interpersonales, el respeto es un pilar fundamental que sienta las bases para una conexión genuina y duradera. Es un valor crucial para establecer una comunicación abierta, empática y sincera con quien se pretende compartir algo más que una conversación casual por redes sociales, por ejemplo.
Muchas personas, —principalmente, mujeres— se han quejado del “toqueteo” en la primera cita. Me refiero a que, aun cuando no se ha dado el consentimiento, el otro o la otra “mete la mano”. Esta actitud, obviamente, le da una patada mortal al pilar que sienta las bases de las relaciones interpersonales: el respeto, y termina tumbando la mesa, diría yo el edificio completo de la confianza.
Ojo.
Ese “toqueteo” en la primera cita es irrespetuoso, incluso, abusivo, si la otra persona no te ha dado la mínima señal para hacerlo. Por ejemplo, si se conocieron a través de las redes sociales y no hubo muestras de querer intimidar, por supuesto, ni el roce de tu codo con el suyo es válido.
Ojo.
Que sonrían contigo; que te digan “mi amor” (expresión popular en Venezuela); que te inviten a tomar café o a un almuerzo; que te acepten el café o el almuerzo; que te ofrezcan o acepten “la cola” hasta la casa, etcétera de los etcéteras, NO TE DA DERECHO AL “TOQUETEO”.
Ojo.
Lo del “toqueteo” no pasa solamente en la primera cita. En la segunda, la tercera, la cuarta, los etcéteras. Si no hay consentimiento, no hay por qué meter mano, hasta que se converse sobre el tema cara a cara o digitalmente, como personas responsables y respetuosas.
¿Qué hacer si te “toquetearon”?
Muchas veces la gente se lo calla, reprime el sentimiento y bloquea de las RR. SS. y de la vida real al “toqueteador” o “toqueteadora”. Pero se queda con las ganas de haber dicho algo.
Si una persona atraviesa la barrera del respeto y, por ende, la de la confianza, al tocar sin consentimiento a su interlocutor o interlocutora, se está cometiendo una violación de los límites personales y se está vulnerando la integridad de la otra persona. Este tipo de comportamiento es inaceptable y constituye una falta de consideración hacia el afectado o afectada.
En estos casos, se recomienda expresar, claramente, la incomodidad y establecer los límites firmes. Esto, podría significar o no, la oportunidad para que el otro u otra reflexione. Después, si quieres y lo crees necesario, bloquea de las RR. SS. y de la vida real al “toqueteador” o “toqueteadora”.
POR SARAH ESPINOZA • @sarah.spnz
ILUSTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta