07/03/24. Cierra los ojos y entra en la que no pudo entrar, escucha gemidos y se imagina que es ella. Ella le dice que los abra y la vea, él, obediente, lo hace.
Dime: ¿Qué me estás haciendo? Él no desea hablar, ella insiste. Él responde y cierra los ojos. ¡Abre los ojos, dime, dime, ¿Qué me estás haciendo?¿Qué más? Él lo hace, abre los ojos y dice unas cuantas palabras que preferiría no pronunciar.
Ella se voltea, él no puede verla, cierra los ojos y sigue pensando en la otra.
Ella, con el rostro hundido en la almohada, siente que está con otro, aquél a quien recurría cuando estaba sola y con quien se permitía “cualquier locura”, es con quien está, realmente, ahora.
Él acaba, ella también. A veces suele pasar, no llegan juntos. Se abrazan, él se coloca a su lado, ella se vuelve, lo ve, se acerca, lo besa en la mejilla, muy cerca de sus labios. Te amo –le dice-, yo también –responde él-.
La noche los sumerge en un sueño profundo. Quién sabe qué sueña ella, quién sabe qué sueña él. El día los empujará de nuevo a la siguiente lucha.
POR BENJAMÍN MARTÍNEZ @pasajero_2
ILUTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta