09/05/2024. El sol brillaba con intensidad en el cielo de Caracas mientras nos dirigíamos al zoológico de Caricuao. ¿Quién no ha sentido emoción al ir a este parque de la parroquia ecológica de la ciudad capital? Esta vez fuimos a visitar el Aqua Reptarium, la atracción inaugurada en febrero de este año, dedicada a la conservación de reptiles, anfibios e insectos autóctonos del territorio venezolano.
Desde que escuché hablar sobre este lugar, no podía esperar para ir hasta allá. Aunque la rutina me llevó a aplazar varias veces la visita, por fin asistí el sábado 20 de abril con tres de mis mejores amigos: periodistas y artistas que se animaron a acompañarme y conocer este nuevo rincón de Caricuao.
Al llegar al zoológico pagamos un total de 72 bolívares para estacionar el carro. Atravesamos las caminerías y aprovechamos para visitar a los leones, tortugas, caballos, avestruces, a los monitos, y otros animalitos.
Posteriormente, vimos la enorme boca de una Mapanare que nos invitó a ingresar al Aqua Reptarium. Sí, la entrada y salida del nuevo terrario son dos Mapanares con sus fauces bien abiertas. Se atraviesa el largo costillar de luces de neón azules y violetas, hasta llegar al espacio donde están distribuidos noventa y tres nichos que acobijan a setenta especies.
De este total, el 70 % son endémicas de Caracas, un 10 % de otras regiones de Venezuela y el resto, son especies exóticas de otros países. Pitón albina, arañas monas, lagartos pequeños de todo tipo, camaleones, mapanares, y otros reptiles aguardan tras las vidrieras en sus microecosistemas. También hay mamíferos como los suricatos o los cuhi cuchi.
El director del Aqua Reptarium, Mauricio Suárez, contó a Épale CCS que la mayoría de estos animales provienen de incautaciones que realizó la Guardia Nacional. Si bien el terrario se inauguró en febrero, en el zoológico ya resguardaban desde hace tres años a varios de estos ejemplares en lo que era un almacén de maquinaria, lejos de la vista de los visitantes.
Paso a paso, elaboraron un proyecto que entregaron, hace un año, al Ministerio de Ecosocialismo e Inparques con el objetivo de recuperar el espacio y crear un terrario donde las personas que visitan el zoológico tuviesen contacto con estas especies.
Educación y conservación
Suárez aseguró que la idea no es exhibirlo, sino llamar a la conservación de estas especies. En ese sentido, el Aqua Reptarium se convirtió en un punto para la preservación de especies que están, incluso, en peligro de extinción, mediante la práctica de zoocría. Además, es un lugar recreativo y de educación ambiental.
Para ello, los cuidadores y expertos dictan charlas a los asistentes, siendo el principal objetivo instar a la conservación de reptiles endémicos que evitan la propagación de plagas y tienen un propósito en el ecosistema.
Por otro lado, Suárez indicó que prevén planes formativos para el personal de Bomberos de Caracas, Protección Civil, entre otros, para que sepan cómo manipular a estas especies en caso de que se encuentren en zonas residenciales. Además, instó a los ciudadanos y ciudadanas a no hacerles daño o intentar manipularlas sin el conocimiento, y recurrir a los organismos competentes.
El Aqua Reptarium también ofrece información detallada sobre la importancia de conservar el hábitat natural de estas especies, aunque, Suárez alegó que muchos de los entornos naturales donde conviven ya han sido destruidos por las fuertes actividades agrícolas.
Datos importantes
- Si se va de forma particular, se debe pagar la entrada por persona al zoológico que es de 35 bolívares cada uno.
- Para ingresar al Aqua Reptarium, los adultos deben pagar 3 dólares.
- Los niños y niñas entre los 5 y 15 años, 25 bolívares los días de semana y 1 dólar el fin de semana.
- El Aqua Reptarium está abierto de martes a domingo de 9:00 de la mañana hasta las 4:30 de la tarde.
- Al llegar los cuidadores ofrecen un recorrido informativo de 15 minutos.
- Los usuarios encontrarán una tienda en la que venden souvenirs relacionados con la naturaleza y el mundo animal.
POR SARAH ESPINOZA • @sarah.spnz
FOTOGRAFÍAS CORTESÍA