09/05/24. El asunto de los relojes para correr llega a ser obsesivo, ya te lo advertí la semana pasada. Te pones uno de esos y, si no tienes cuidado, pronto dejarás de ser una persona que porta un reloj y pasarás a ser una persona portada y poseída por un reloj.
El síndrome es derivado de la dependencia del celular, entre otras razones porque estos relojes son, en realidad, como una extensión del malévolo, metiche e injerencista teléfono móvil.
Todo lo que el reloj mida (tiempo, distancia, velocidad, cadencia, zancada y un chorrerón de signos vitales), serán registrados por el teléfono en una aplicación y luego podrás ver también los resultados en la computadora. ¿Eso es genial, no? Pues, te diré que depende, porque la mayoría de los trotadores populares (los que no son de élite ni pro) tienen una idea muy vaga de qué hacer con semejante cúmulo de información.
Los modelos y marcas más avanzados miden variables como cambios en la frecuencia cardíaca a lo largo del día; nivel de oxígeno en el torrente sanguíneo; estimación del tiempo de recuperación luego de un entrenamiento; nivel de resistencia y hasta disposición al esfuerzo derivada de la calidad del sueño previo.
Sé de casos de trotadores con relojes especializados que sólo los utilizan para montar sus resultados en las cuentas en redes sociales y así informar al mundo acerca de los numeritos de sus faenas. La verdad es que eso no le interesa a casi nadie, pero, bueno, si alguna gente postea fotos del perrocaliente que se comió anoche, ¿qué tiene de malo que un corredor ponga allí sus tiempos y la ruta realizada?
Los más cautelosos recomiendan, eso sí, no confiarse demasiado de los datos que ofrecen esos relojes en torno a indicadores como la presión arterial, las pulsaciones por minutos y otros por el estilo porque en algunos casos, pueden ser bastante piratas. Un amigo me comentó que hizo la siguiente prueba: le ató el reloj al brazo de una silla de su comedor y activó el ícono de la presión arterial. Resultó ser que la silla era hipertensa. Desde ese día solo usa el reloj en modo paveo.
Pasos y zancadas
Duelo de titanes negros. En los Juegos Olímpicos de París, luego doce años de ausencia, Kenenisa Bekele volverá a representar a su natal Etiopía y enfrentará a su gran rival, el keniata Eliud Kipchoge, en lo que se espera sea un duelo épico. Bekele, que tendrá 42 años para la cita parisina, no acude por condescendencia de nadie, sino porque, se metió segundo en el Maratón de Londres 2024, con un tiempo de 2 horas, 04minutos, 15 segundos, récord mundial masculino para mayores de 40 años.
[Próxima entrega: Accesorios para correr (XIII): Shorts (no “chores”, por favor)]
POR CLODOVALDO HERNÁNDEZ • @clodoher
ILUSTRACIÓN JADE MACEDO • @jademusaranha