25/06/24. Entre la obra de grandes maestros y maestras, se encuentra la obra de Marco Arrieta, conocido como Marco “Vía Libre” y quien el año pasado se hizo eterno en los colores que plasmó en las calles de Caracas y en lienzos que hoy se exponen en la Galería de Arte Nacional (GAN).
Julio Linares, amigo, hermano de “Vía Libre”, quien compartía la pasión por las artes urbanas como el grafiti, también la plástica, lo catalogó como un educador del pueblo y de la calle porque cada uno de sus murales los hacía con el objetivo de dejar en la comunidad un mensaje transformador.
La exposición Marco “Vía Libre” es una escuela de colores brillantes que se palpan con la conciencia y donde se ve el rostro de una ciudad que crece y que se esfuerza por hacerlo. Sus amigos, reunidos en la Asociación Galería de la Calle Latinoamericana, le rinden homenaje con un profundo sentimiento de solidaridad. Aquellos y aquellas que estuvieron presentes en sus últimos días habían conformado una red de apoyo. Linares comentó que eran una gran familia, y si bien muchos no se conocían, lo hicieron a partir de esa causa, que era el acompañamiento amoroso a Marco.
El principal objetivo de estas personas es que la obra de Marco “Vía Libre” trascienda en el tiempo, incluso, han pensado en conversar con su padre, que es el único heredero, para solicitarle que las obras permanezcan en la GAN como parte del patrimonio nacional.
“Que esté junto a Reverón, a los grandes maestros de la pintura, como el primer artista urbano de Venezuela, que pueda estar dentro de la colección de los museos nacionales y dentro del patrimonio nacional”, asegura Linares con un corazón que reverbera de emoción al recordar a su gran amigo.
El sentir de Julio Linares es el de muchos artistas, actores de diferentes disciplinas, de la música, del arte urbano, entre otros, quienes han manifestado la misma preocupación.
La exposición y todo el afán de estos amigos buscan preservar el legado artístico de Marco, ya que, como mencionó Linares, el arte público se convirtió en una iconografía urbana de la historia. Cada trazo, cada color y sus mezclas, muestran un relato, un hecho que describe una reacción, es un registro fidedigno de todas sus preocupaciones, de toda su reflexión artística.
La impronta de Marco “Vía Libre”
Julio escribió un texto en el que identifica datos históricos sobre el grafiti y sus antecedentes en la humanidad. Tras citar fechas, íconos, y una serie de huellas que ha dejado el ser humano en paredes como muestra de que el muralismo es milenario, habla sobre el legado de su amigo.
Su obra es un reflejo de la riqueza cultural y la rebeldía que caracteriza a la Caracas urbana, la Caracas pueblo. Influenciado por la cultura del ska, el reggae y el punk; Marco se convirtió en uno de los pioneros del estilo de letras wild style en la ciudad capital, aportando al hiphop y consolidando una estética propia cargada de identidad.
Su obra de arte público y de taller refleja la ciudad en movimiento, el pasado ancestral, el conocimiento y las manifestaciones de la cultura popular, así como la protesta y la decadencia social. A través del grafiti, Marco encontró una herramienta para dar voz a los que no son escuchados, desafiando las etiquetas que ubican al grafiti como vandalismo y destacando que el verdadero vandalismo es la corrupción.
Además de su contribución al grafiti venezolano, Marco participó en experiencias de arte comunitario con la agrupación "Familia Negra", recreando imaginarios de localidades de forma lúdica y pedagógica. Fue crítico del mercado del arte urbano y sus aparatos de validación, cuestionando las prácticas establecidas y mostrando sin prejuicios sus técnicas y filosofías a los nuevos exponentes de la cultura.
Su sensibilidad y su interés por educar a otros lo convirtieron en un referente para las generaciones venideras. Su legado representa la resistencia de la conciencia y la rebeldía de la razón por encima de las costumbres o la moda. Además, su militancia con la causa Palestina añade una dimensión adicional a su legado, ya que soñaba con visitar y pintar en ese territorio.
Cuando fui a visitar la exposición Marco “Vía Libre” me acompañó otro artista plástico y muralista que lo conoció, Edgar Guerrero. En sus palabras, Marco trascendía los formatos, para él no había nada que no se pudiera hacer.
Y es así como en esta muestra vemos discos, botellas de pintura, lienzo, objetos-formato, objetos-lienzo que reúnen símbolos de la identidad nacional en trazos, en espacios teñidos de atardeceres naranja, las causas de la calle y las causas justas.
POR SARAH ESPINOZA • @sarah.spnz
FOTOGRAFÍA SARAH ESPINOZA • @sarah.spnz