18/07/24. Varios espectadores coreaban las canciones de Bacilos, Malanga y de otros artistas, versionadas por Modo Avión, una banda nacida en Trujillo. Algunas personas fueron especialmente al evento; otras, simplemente a hacer sus acostumbradas caminatas o deportes y se quedaban a mirar. El espacio se fue llenando por esas distintas razones de los asistentes. Pero también estaban disfrutando los gatos y perros de diferentes características. “Vine a traer a mi perro para que lo vacunen y aprovechar que es gratuito. Esto deberían hacerlo más seguido, con estos conciertos que atraen y uno se divierte”, dijo Ana Ordóñez, quien estaba acompañada de Terry, un poodle color crema.
Sentado en un banco estaba el joven Javier Hernández con su gata, una siamesa que llevó para su esterilización. “No sabía lo del concierto, no lo vi y ¡qué fino!, porque yo también amo la música, y aquí uno pasa su tarde con todas estas actividades”, señaló el chico. De pie estaba una pareja hablando sobre el ska y el reggae; había roqueros, rastas, deportistas, señoras, músicos, en fin, un verdadero público variopinto disfrutando un día diferente el pasado sábado 13 en el parque Los Caobos, en Caracas.
Era como una tarde de paseo familiar, con la mascota incluida. Diferentes tipos de actividades recreativas y de asistencia a los animales estaban distribuidas en el parque Los Caobos, cerca de la gran fuente. Jornadas veterinarias (de aseo y vacunación), ferias gastronómicas y animalistas, zona de tatuajes y de emprendimientos, entre otras muestras estaban a la vista para todo público. Y, por supuesto, no podía faltar la música a través de una tarima dispuesta para el concierto. Era la primera edición de Expo Huellas Music Fest, una jornada animalista, social y cultural destinada a la familia y las mascotas, organizada por la Misión Nevado durante ese sábado y también el domingo 14 con otros artistas.
La música dijo presente
“Agradecemos a los grupos y a ustedes, el día de hoy, por acompañarnos en esta actividad tan especial, y como pueden ver, todo lo hemos organizado para ustedes, jornadas para los animales, gincana, juegos, venta de comidas y, bueno, esperamos que la pasen bien”, expresó Victoria Goncalves en tarima, quien era la coordinadora del evento y presentadora de las bandas.
El desenfreno del rockabilly y rock surf de Los Choppers abrió el ciclo musical de esa tarde del sábado 13. Después, el turno fue para la banda Onice, con treinta y siete años de carrera artística y de las pocas de reggae que aún se mantiene. Varios de los asistentes ya conocían al conjunto y no dejaron de corear sus letras con contenido social a favor de la paz, unión, crítica a la corrupción en general, llamados a preservar la naturaleza, entre otros temas de conciencia. El contenido de sus canciones es algo que los ha caracterizado desde su nacimiento. “Gracias por venir y gracias a la Misión Nevado por esta iniciativa. Bueno, vamos a seguir, porque alguien que ama la música es difícil que no le gusten los animales”, dijo el también cantante Chico Miranda.
Luego de Onice, en la tarima apareció un músico haciendo trucos y juegos con su sombrero. Acto seguido, entre el público, una chica hacía una especie de danza con mantos. De esta manera se presentó Juglares, un grupo que mezcla elementos del arte circense con la música. Su estilo es ska, fusión, jazz gitano y otras vertientes. Parte de su estética es la performance en vivo.
Y, finalmente, el cierre de esa tarde noche no pudo ser mejor que el baile a cargo de Compay Son con su swing tropical y caribeño.
POR MERCEDES SANZ • @mercedes.jazz
FOTOGRAFÍAS CLARA TELO •@clara_emiliatj / DENNYS GONZÁLEZ • @dennysjosegonzalez