Glenda Martínez: "Mi comunidad me respeta porque los resguardo"
Esta custodia comunal se erige como referente de seguridad para sus vecinos
22/08/24. Una de las ventajas que tiene el desbarajuste caraqueño, es que de manera espontánea han surgido trabajadores que contribuyen con el buen desenvolvimiento de la convivencia urbana. Así, de pronto aparecen vendedores de café y cigarrillos, artistas urbanos y otros personajes que le dan vida a nuestras calles. Uno de estos "espontáneos" son los cuidadores de carros: se trata de vigilantes voluntarios que se ganan la vida resguardando la seguridad de los automóviles, espantan las posibles amenazas e incluso colaboran con la higiene de las áreas comunes. Se trata de una labor de alto riesgo, sobre todo si la persona a cargo es una mujer.
Nosotros no somos ladrones ... Me gusta trabajar y ayudar a mi comunidad.
Una amiga docente fue quien me habló de la señora Glenda. "Chama, entrevista a esa señora que cuida carros por el Ministerio de Educación". Excelente misión para nuestro perfil epalero. La primera tarea consistió en saber cómo acercarnos. Conversamos con los comerciantes de la zona, quienes nos hablaron de ella. "Debes hablarle firme. Ella es dura", me advirtieron. Ellos nos enlazaron con esta señora, hasta que finalmente pudimos conversar con ella directamente. Por los lados de la iglesia Nuestra Señora de las Mercedes, al lado del Ministerio de Educación, trabaja la señora Glenda Martínez en la plaza de Las Mercedes desde hace veintidós años junto a su esposo y dos hijos.
Cuando surgió la idea de entrevistar a la señora, el primer comentario que escuchamos en el equipo era: "Esos cuida carros son una escoria. No hacen nada, y contribuyen con el hampa". Quisimos saber el testimonio de primera mano de esta experiencia. La actitud de la señora Glenda infunde respeto. Es seria y callada, pero al conversar con ella nos recibió con mucha amabilidad. Nos encontramos con la cotidianidad de una familia que decidió servir a una comunidad como forma voluntaria de vida. Conozcamos pues, el testimonio de vida de Glenda Martínez, custodia comunitaria de la plaza Las Mercedes en la parroquia Altagracia.
La señora Glenda se presentó de la siguiente manera:
"Mi nombre es Glenda Martínez. Soy custodia de la plaza de Las Mercedes desde hace veintidós años".
¿Cómo se le ocurrió empezar a cuidar los carros aquí?
Ah, bueno, por un señor que estaba aquí, que tenía cincuenta años trabajando aquí. Yo trabajaba en mantenimiento de las calles, pero el señor me dijo que lo ayudara y yo le enseñé a cuidar los carros, para que no se los robaran, no les quitaran los reproductores, las baterías, y no se metieran con los clientes de los carros y así con la gente. Es fuerte porque te enfrentas sola a la calle.
¿Cómo ha sido el trato con la gente? Porque lo que le comenté cuando la conocí, hay gente que se expresa mal de las personas que cuidan la calle, dicen que son escoria, que no trabajan, y en su caso es doble porque es mujer. ¿Cómo ha sido la experiencia con la gente? ¿Cómo la han tratado?
Bueno, aquí la mayoría me trata bien, pero hay otras personas que no, que me han sacado hasta pistolas de los carros y todo. Son gente que quiere parar sus carros como le da la gana, más yo le digo yo no le estoy diciendo que no se pare, simplemente que sea como el sustento mío para trabajar, para comer, sobrevivir.
Yo tengo normalmente buen trato con la gente, pero no es fácil. A veces las personas me salen con groserías, me gritan: "¡Tú crees que esta calle es tuya!"
Yo les digo que yo tengo tantos años trabajando aquí y gracias a Dios nunca se me han llevado ni un carro ni me han robado nada. Pero la gente es malagradecida y me salen con groserías y luego nos acusan a los parqueros de atacarlos a ellos.
Con eso es que uno sobrevive para comer, como hacemos nosotros. Nosotros no somos ladrones. Aquí en la comunidad me conocen, y saben que no soy ninguna ladrona. Me gusta trabajar y ayudar a mi comunidad. Yo estoy trabajando desde niña. Actualmente, tengo cincuenta años.
¿Cuánto gana usted al mes con este trabajo? ¿Está recibiendo el beneficio de CLAP?
Sí, claro que sí. Gracias a Dios sí recibo mi bolsita. Recibo mi bolsa. La gente de Defensa Pública me da también un copito de pollo, de bolsa. Y nos dan porque yo les cuido los carros y gracias a Dios nunca me he portado mal con ellos. Gracias a Dios.
¿Usted votó en estas elecciones?
Claro, yo voté, claro que yo voté. Siempre voto y ayudo aquí a la gente de las votaciones.
¿Cómo ve el panorama ahorita?
Bueno, ahorita está un poquito flojo, porque si uno no trabaja, uno no come. Claro, porque a mi no me gusta pedirle a nadie. Es raro cuando le pido a alguien en verdad cuando lo necesito. Pero aquí lo que yo hago es para comer, comprarle salado o comprarme unos zapatitos, una ropa.Pero aquí yo no les pido a nadie.
¿Tú eres originaria de aquí de Caracas o vienes de alguna ciudad?
Yo soy de aquí de Caracas, estoy en la Concepción Palacios, y caraquista.
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¿Cómo está haciendo con sus hijos?
Tengo tres, él que está aquí ahorita y dos hembras, porque a mí me mataron uno de ellos recién. Con lo que yo hacía en los carros, los he sacado adelante. Estamos aquí en la lucha.
¿Cómo hizo en esas situaciones en que la amenazaron?
Bueno, son gente de carro que han venido por ahí, gente de carro que... Se le ponen a uno, a gritarme: "¿Tú crees que la calle es tuya?", y así. Pero de resto, la gente me trata con respeto. Yo aquí me doy a respetar.
Aparte de este trabajo, ¿qué hacen en tu tiempo libre? ¿Qué te gusta hacer?
No, con mi tiempo libre, lavar, por el tiempo estoy lavando y limpiando la plaza, y ayudando a la gente que viene la fuerza del clave, yo me monto en el camión a ayudarla, o una señora que va a botar un escombro, yo me pongo a botarlo, o le limpio la casa o algo así.
Pero más nada, o si no me quedo aquí en mi casa, ahí donde yo vivo, en mi cuarto. Y cuando yo vivo, arreglando el cuarto, saco todos los corotos para limpiar adentro todo el cuarto completo, la nevera.
¿Sabes de otras mujeres que estén ejerciendo esta profesión como tú, de cuidar la comunidad y de resguardar los carros?
De al lado de abajo hay otra muchacha. Pero ahora no sé si ella querrá que tú la entrevistes...
No, no, ya con usted ya tenemos...
Y hay varias muchachas aquí que ayudan también a mantener el orden en la zona. Yo apoyo la comunidad y soy yo sola. No permito que venga otra persona a parquear en mi zona. Ya todos me conocen aquí y confían en mí. Me he ganado el respeto de la comunidad.
Para cerrar, ¿qué mensaje desea darle a la comunidad de Épale CCS?
Le pido a las autoridades que nos ayuden. Por favor, pónganle luz a la plaza de Las Mercedes, porque estamos sin luz.
Y qué bueno, ya saben que uno lo que hace es trabajar, claro, que uno tiene sus defectos, que uno pelea porque la gente también le sale con groserías a uno y uno tiene que sujetarlas porque si no, imagínate.