23/08/24. La noche del 28 de julio todos esperábamos verla. Ya eran varias las elecciones en las que ella aparecía con su particular serenidad. Impertérrita: nada parecía perturbarla. Con verbo certero y pausado, Tibisay Lucena se dedicaba a desglosar los resultados de cada comicio con exactitud técnica.
Aunque la oposición despotricara de ella, jamás pudieron encontrarle fallas al trabajo de Tibisay tras cada comicio aunque cantaran fraude en merengue, salsa o rocanrol.
Sin embargo, luego de las horas más angustiantes del año 2024, cuando por fin la imagen de Elvis Amoroso, rector del principal organismo electoral de Venezuela el CNE, apareció en vivo en televisión para anunciar los resultados de estas elecciones presidenciales, a muchos nos hizo un nudo en la garganta: Tibisay Lucena ya no está.
Quién fue Tibisay
Tibisay Lucena Ramírez (Barquisimeto, 26 de abril de 1959 - 12 de abril de 2023), fue socióloga egresada de la Universidad Central de Venezuela. En la Revolución Bolivariana asumió varias misiones importantes: fue rectora de la Universidad de las Artes y Ministra del Poder Popular para la Educación Superior. Sin embargo, la labor por la que se hizo célebre fue a cargo de la presidencia del Consejo Nacional Electoral (CNE) por catorce años (de 2006 a 2020). Es importante agregar, que Tibisay también fue músico profesional, ejecutante de violoncello. En numerosas ocasiones fue invitada a participar en los conciertos del Sistema Nacional de Orquestas. Más de una vez, sin ella proponérselo, fue la sensación de varios recitales, cuando el público advertía que ella se encontraba entre los músicos.
Polémica
Amada por unos, odiada por otros. Tibisay no dejaba tibio a nadie. Curiosamente, jamás fue porque buscara llamar la atención. Por el contrario, fue una dama muy discreta y serena; pero la contundencia de su trabajo dio de qué hablar en el mundo entero. Willian Lara es quien la descubre en la Asamblea Nacional Constituyente, como técnico. Detecta el talento y determinación para el trabajo de Tibisay, y la postula para empezar a asumir labores claves. Pronto la eficiencia de su trabajo opacaría todas las campañas de descrédito al punto de que el Centro Carter y diversos veedores electorales internacionales reconocieron públicamente la labor y aportes de Tibisay Lucena en pos de la modernización y optimización del sistema electoral venezolano.
Sus enemigos la odiaban con vehemencia. No eran pocos los memes y chistes malsanos que se burlaban de su apariencia, de su cabello, de su estilo sobrio. Las malas intenciones no se quedaron ahí, y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en julio de 2017, la señala “por debilitar la democracia y los derechos humanos en Venezuela”. Luego, en enero de 2018, la Unión Europea la incluyó en una lista de siete altos funcionarios sancionados que contemplaba congelación de activos y la prohibición de ingresar al territorio comunitario.
Sin embargo, Tibisay jamás se amilanó. A tirios y troyanos nos hizo pasar horas de espera en cada elección hasta que todos los resultados de las votaciones estuvieran confirmados. Verla bajar caminando por la rampa del CNE era una imagen que nos erizaba la piel: su imagen menuda contrastaba con la autoridad que despertaba mientras caminaba serena, escoltada por su equipo.
Aunque la oposición despotricara de ella, jamás pudieron encontrarle fallas al trabajo de Tibisay tras cada comicio aunque cantaran fraude en merengue, salsa o rocanrol.
Quienes tuvieron el honor de conocerla nos aseguran que Tibisay era una mujer muy solidaria, humilde y por sobre todas las cosas, amiga.
Tibisay por siempre
Hoy en día que Venezuela enfrenta un nuevo desafío, el recuerdo del gran legado de Tibisay Lucena retumba con fuerza. Nunca se borrará el aporte invaluable que dejó Tibisay en pro de la transparencia y democracia en Venezuela. Y esa tendencia sí que es irreversible.
POR MARÍA EUGENIA ACERO • @mariacolomine
ILUSTRACIÓN JADE MACEDO • @jademusaranha