29/08/24. Hay canciones que se asocian con la sal, que hablan de ella, pero ¿un álbum completo? Eso sí que es difícil mas no imposible. La cantante, compositora y productora Andrea Paola desafió el reto de convertir aquel mineral en guía e inspiración de su segunda entrega Los caminos de la sal. Nueve temas componen el registro, que cuenta con la producción musical del mandolinista Jorge Torres.
...hay demasiadas canciones allí que hablan de esas memorias que me unen a mi familia. Y claramente ahora lo entiendo, no puede haber música sin otras experiencias sensoriales.
Andrea Paola Márquez tiene una reconocida trayectoria como cantante y gestora cultural. Antes había lanzado Cantos de miel y romero (2020), y tiene los proyectos Mi Juguete es Canción y La Torre de Grillos, dirigidos a niños y adolescentes. A su vez, es historiadora y docente, y ha colaborado con otros artistas. Se trata de una creadora muy activa y, sobre todo, una defensora de la música tradicional venezolana y latinoamericana.
El tema, que da título a la obra, nació en pandemia. Resulta que la intérprete y Torres fueron llamados por una marca de sal para que hicieran canciones sobre este componente. Al final, crearon la canción, pero la negociación no se concretó. Así que la artista incorporó la pieza en su repertorio y fue como surgió un segundo álbum lleno de ritmos tradicionales nacionales y latinoamericanos. “No hay esfuerzo perdido en estas cosas. Y la canción tiene su propia suerte, ha tenido su propio espacio”, dijo Andrea Paola.
La sal tiene varios usos, significados e historias, pero ¿qué te llevó a ese título?
Decido darle al disco el nombre de esta canción porque para mí representa muchas cosas. Más allá de la historia que hay detrás de ella, la sal es un elemento que nos marca mucho culturalmente y los caminos de la sal, básicamente. Se trata de la búsqueda por mejorar la suerte y por eso la asociación. De alguna manera es lo que hacemos todos. La vida es una constante búsqueda de la suerte. Mis ancestros, además, cruzaron el mar; entonces, este otro gran camino de sal lo recorrieron para mejorar la suerte. Llegaron a esta tierra, se enamoraron de ella, al punto de que unas generaciones después, estoy yo enamorada de Venezuela, de su música. Ellos trazaron su gran ruta de sal por el mar, y el mar quedó como un elemento de cohesión para mi familia. Y en este proceso de escuchar qué había escrito para este disco, de recordar, porque este disco está lleno de memoria, de dedicatoria, de la experiencia vivencial, me doy cuenta de que el agua está allí, yo misma he ido trazando mi ruta de sal y entendí que el disco no podía llamarse de otra manera.
Hasta ahora, los nombres de tus dos discos se relacionan con sabores y aromas, y eso es algo presente en la cotidianidad ¿Es casual o fue pensado de esa forma?
La vinculación con Cantos de miel y romero, mira, no nace inicialmente con la búsqueda de que todos mis discos se vinculen con los otros sentidos. Sin embargo, como tú lo dices, nuestras vidas giran alrededor de otras cosas y la memoria musical se relaciona con hábitos alimenticios u olores.
Cuando una persona escribe canciones se está mostrando a sí misma. Y normalmente en las memorias de las canciones hay otras sensaciones. No es solamente el recordar y plasmarlo en la letra. Por ejemplo, mi infancia huele a salitre. Recuerdo la casa de mis abuelos y eso es recordar el olor a la miel, o mis abuelos maternos me recuerdan el olor a jazmín. Entonces, hay demasiadas canciones allí que hablan de esas memorias que me unen a mi familia. Y claramente ahora lo entiendo, no puede haber música sin otras experiencias sensoriales. Y eso está marcando una línea expresiva en mí, que celebro, que agradezco y que abrazo.
POR MERCEDES SANZ • @mercedes.jazz
FOTOGRAFÍAS SILVIO LORETO / ELOY ZANCUDO