11/09/24. En los años más recientes, la cultura afro en Venezuela ha logrado su reivindicación, siendo reconocida en más espacios, en ferias, festivales y otros eventos que permiten promoverla y darla a conocer, desde sus distintas manifestaciones artísticas y tradiciones.
La literatura juega un papel fundamental, no sólo en el sentido de visibilizar lo que somos, sentimos, pensamos y hacemos las mujeres afro/negras, sino también en la afirmación de nuestra identidad.
Desde la Literatura, las voces de las mujeres negras venezolanas, cuyas historias y perspectivas han sido históricamente marginadas, también han tenido reconocimiento en los escenarios nacionales, uno de ellos la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven).
Beatriz Aiffil, poeta, socióloga e investigadora venezolana, graduada en la Universidad Central de Venezuela (UCV) en 1987, quien se autodefine como “militante del orgullo y la conciencia negra”, nos ofrece una mirada sobre el oficio de la escritura de las mujeres negras, que, a través de su pluma no sólo desafían estereotipos y prejuicios, sino que también reivindican su identidad y cultura. Asimismo, destacando las actuales políticas del Estado venezolano en la promoción de los y las autoras afrovenezolanas.
¿Cómo influye la identidad de las mujeres afrodescendientes en su proceso creativo y en los temas que eligen abordar en la escritura?
El asunto de la identidad es fundamental cuando se habla de creatividad. Es que nosotras las mujeres afro podemos escribir sin conciencia de género y de raza, pero aun sin autorreconocernos como mujeres o como negras, la escritura nos lleva a abordar inevitablemente los temas que nos son inherentes como mujeres y como negras.
Es decir, que, aunque no tengamos conciencia de lo que significa ser mujer en la sociedad, hablamos en femenino y, por ende, emanamos mediante nuestras letras las preocupaciones, las alegrías, las hormonas de hembra, de mujer, de ciudadana… y como negras fluyen nuestras costumbres, historias, maneras, misterios y códigos de la negritud. Ahora, si hay autorreconocimiento, entonces la escritura se convierte en un instrumento para darle viabilidad a nuestros principios y a nuestras luchas. Se convierte en canal en el que la palabra alerta, conciencia, resiste e insurge.
¿Sobre qué escriben las mujeres negras en Venezuela?
Si te refieres a lo que es reconocido como literatura, tenemos poca participación en ese ámbito. Tradicionalmente, ha habido palabra de mujer negra expresada a través de arrullos, parrandas, fulías, calipsos, sirenas…
Generalmente, es palabra oral que recogen, convierten en letra y publican los investigadores y estudiosos, a veces sin reconocer autorías. Sin embargo, algunas hemos tenido la osadía de escribir usando el lenguaje que nos impusieron. Los calipsos Guayana Es e Isidora fueron escritos por la madama Lulú Basanta, por ejemplo. En la actualidad, algunas de nosotras han encontrado en las coplas o en las décimas una aproximación a eso que llaman literatura. Otras cultivamos la poesía como canal de expresión de nuestras cuitas y alegrías.
Hay muchos análisis y reflexiones escritos por mujeres afro, sobre todo en forma de artículos y de contenidos para las redes. Pocas han alcanzado otros géneros como el ensayo, el cuento o la novela. Recuerda que los pueblos afrodescendientes son de cultura oral básicamente; recuerda también que ese inciso en nuestro pasado, llamado esclavitud, con la imposibilidad y a veces la prohibición de cultivar las letras, las artes y el pensamiento, marcó decisivamente lo que hoy somos.
¿Qué desafíos específicos enfrentan en el ámbito literario?
Primero, como mujeres. Abrirse paso detrás de los hombres no es tarea fácil, pero ahí vamos. Luego, además de mujeres, ser negras. Quedamos más atrás todavía porque la historia nos coloca detrás de las mujeres blancas, de las mestizas en el caso de nuestro país.
Lo que promocionan los libros y medios es letra masculina y cuando asoman algunas mujeres, no son negras precisamente. En parte porque nosotras cultivamos la oralitura y, por otro lado, a causa del endorracismo que nos hace entender que ese mundo no es para mujeres y menos para indias y negras.
En fin, una vez que se entra en el mundo literario, el principal desafío es reafirmarnos como seres humanos, diferentes a los hombres, pero con igual inteligencia y los mismos derechos; luego, como mujeres negras, saber que tenemos diferencias en cuanto a origen histórico, cultura, formas de expresarnos, de sentir, una subjetividad particular que permea nuestra escritura de una forma u otra. O nos plantamos en ese reto o sucumbimos en lo que se considera debe escribirse y cómo se debe hacerlo.
¿Puedes hablarnos sobre la representación de las mujeres negras en la literatura venezolana y cómo crees que ha evolucionado en los últimos años?
Hice mis primeros asomos en la poesía, influenciada por lecturas de Whitman, Baudelaire, Rimbaud, Neruda… Pocos referentes negros: Alfredo Chacón, Miguel James… y las líricas de Bob Marley. Supe de la poesía de Balbino Blanco Sánchez y Víctor Morillo, pero ellos eran catalogados como declamadores. Estaban metidos en una caja llamada “folklore”.
Buscar mujeres negras en la literatura venezolana era, y todavía es, buscar una aguja en un pajar. Algunas figuraban en ciencias sociales, me refiero específicamente a Ligia Montañez y Michaelle Ascencio. ¡Tenían libros publicados! Durante mucho, mucho tiempo, el faro en la literatura como tal era únicamente Carmen Verde Arocha.
En estos últimos años hay nuevas perspectivas. La política editorial del Estado venezolano ha impulsado la promoción de la escritura de manera importante. A esto se suma que en el ámbito mundial hay otra visión del asunto racial. Afloró el tema en convenciones, declaratorias, tratados… y se promueven acciones orientadas a erradicar el racismo y a reconocer los derechos de las personas y comunidades negras.
Las redes sociales han sido la principal válvula para la masificación de contenidos relacionados con la historia, cultura y estéticas afro, así como para la lucha contra la discriminación racial. Gracias a las redes, además, llegaron a nosotras los escritos de las feministas negras estadounidenses, brasileñas, africanas, así como las letras de escritoras negras latinoamericanas y caribeñas que, de no ser así, seguirían ocultas o sujetas al criterio del mercado del libro: Georgina Herrera, Victoria Santa Cruz y Shirley Campbell, por ejemplo.
Este ambiente de apertura a nuevas voces combinado con la lucha contra el racismo anima a mujeres negras a investigar, escribir y publicar sobre mujeres afro y su autorreconocimiento como tales, asomaron voces como el caso de Nirva Camacho o el de Esther Pineda, sólo por poner ejemplos.
Este año, Laura Cárdenas y María Mercedes Cobo tuvieron la iniciativa de compilar escritos de mujeres afrovenezolanas, lo que derivó en la primera Antología de Poesía Afrovenezolana que reúne a treinta poetas y ensayistas. Hacer algarabía sobre experiencias como la de este libro, se convierte en una invitación a las demás mujeres a escribir sobre temas que nos permitan lograr la emancipación.
¿Qué papel juega la literatura en la visibilización de las experiencias y luchas de las mujeres negras en Venezuela?
La literatura juega un papel fundamental, no sólo en el sentido de visibilizar lo que somos, sentimos, pensamos y hacemos las mujeres afro/negras, sino también en la afirmación de nuestra identidad. Una vez que van enterándose de su historia y cultura, sobre gentes africanas y afrodescendientes, sobre los aportes de la negritud a Venezuela y el mundo, aflora el deseo de expresarse y unas van halando a otras.
Han surgido colectivos y talleres literarios donde podemos participar pasivamente o mostrando nuestras realidades. Es también importante el aumento de intercambio físico y virtual, entre pueblos a lo interno de América y con África, con ello superamos la escasa información que nos brindaron los libros.
Tenemos la “literatura a través de las redes” que nos permite conocer autoras afros en Venezuela y el mundo, conectar y trabajar juntas, descubrir y reconocer a las que abrieron estos caminos que estamos transitando en la actualidad. Por otro lado, practicamos la “literatura de redes”, que se refiere a los contenidos orales y/o escritos que ponemos a circular militantes e influencers enmarcadas en las luchas por la igualdad de género y antirracistas como @afropoderossa o @desireebelal.
Ejemplos venezolanos tenemos: @negra.ugueto, @eileen_rada, @cacicahonta y muchas más. Ambas modalidades contribuyen a que se fortalezca la lucha porque fluye la información, las mujeres afro/negras nos formamos unas a otras, conocemos otras experiencias, nos redescubrimos, desaprendemos la cultura impuesta, nos empoderamos, comenzamos a amar nuestra estética, aumenta nuestra autoestima y la vergüenza étnica disminuye. La realidad va transformándose a favor de la igualdad.
POR SARAH ESPINOZA • @sarah.spnz
FOTOGRAFÍA CORTESÍA