10/10/24. Irónicamente Lydda Franco dedica varios poemas al tema del deber de la belleza. Pues este es un deber femenino que además es más agudo en países como Venezuela. De manera menos instintiva, Naomi Wolf mantiene en su conocido ensayo El mito de la belleza que los parámetros de belleza son expresión de las relaciones de poder entre hombres y mujeres. Destacando además como el problema de ser y mantenerse bella se hizo mayor en los tiempos de la liberación de las mujeres. Por eso, para ella, la ideología de la belleza femenina puede interpretarse como un último esfuerzo por parte de los hombres para conservar la dominación masculina.
...la belleza no es un concepto permanente ... y que la inteligencia con ella no tiene nada que ver.
Irónicamente, la mujer aun cuando debe ser bella no puede serlo demasiado. Dedicarse abiertamente a ello, ser realmente despampanante es recibido casi de manera automática como que aquella mujer es vanidosa y boba. Incluso suele afirmarse que las tontas, las calladas, las que no se preocupan por demasiadas cosas son más bonitas. Este, además, era el estereotipo fundamental que trabajó en el cine desde que esa cajita de luz se inventó.
La primera mujer en salir desnuda en la pantalla fue evidentemente una mujer bonita, muy bonita. Su aparición, totalmente sin ropa y siendo reconocible, fue algo parecido a una violación inmortalizada pues ella contó que se hizo violando los términos que habían acordado, en los que no sería evidente que se trataba de ella. Más allá de eso, Hedwig Eva Maria Kiesler, cuyo nombre artístico era Hedy Lamarr, lo tuvo todo. Fue estelar en películas taquilleras, fue considerada “la mujer más bella del cine” y se casó con Louis B. Mayer, uno de los empresarios de la Metro Goldwyn Mayer (MGM) , la famosa productora de cine.
Además de eso fue una mujer inteligente, muy inteligente. Dicen que fue una niña superdotada que se hizo ingeniera en telecomunicaciones. De sus trabajos se desprenden las bases sobre las cuales, décadas después, se crearía el wifi y fueron objeto de uso, en un primer momento, militar, en importantes acciones de Estados Unidos.
Con el paso del tiempo, ahora que es popular hablar de mujeres en la ciencia, se ha hablado más de este peculiar personaje que nos demuestra que la belleza no es un concepto permanente -seguramente hoy no sería considerada la más bella- y que la inteligencia con ella no tiene nada que ver. Distinto a lo que se siente cuando unos tacones con los que no podemos caminar nos damos cuenta que lo bello, aplicado a las mujeres, no es comodidad, libertad o ergonomía y que Naomi sabía lo que decía.
POR ANA CRISTINA BRACHO • @anicrisbracho
ILUSTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta