14/11/24. El creador del movimieno político fue Theodor Herzl, un periodista agnóstico sin conexión con la vida religiosa judía, a quien llaman "el padre del Estado de Israel". Para instaurar ese Estado en Palestina, los grandes poderes difundieron varias mentiras, calculando en que el actual Israel es aquel pueblo que mencionan en la Biblia. Es decir, “el pueblo elegido por Dios”.
El sionismo es un movimiento político creado por una persona que no quería estar relacionada con ninguna religión. Sin embargo, se le ha dado el tinte religioso para conmover a la masa de poblaciones cristianas y evangélicas.
Hagamos un repaso por sus principales mentiras, y desmontémoslas.
¿El retorno?
Tras el surgimiento del movimiento sionista (1896), formado en su gran mayoría por europeos, aparece el relato de la constitución del Estado de Israel. En 1948, después del holocausto judío, se crea dicho Estado en tierra palestina, teniendo como principal argumento el “retorno” de los judíos a su tierra milenaria.
Posicionaron la idea de que los judíos actuales, eran herederos de aquellos que fueron expulsados por los romanos de Palestina. Con esta afirmación hicieron creer que el Israel actual es el mismo de la antigüedad y que los palestinos son ocupantes que vinieron después de la expulsión de los judíos.
La realidad es que, tras ser expulsados, los judíos se dispersaron por varias partes del mundo, entre esas, Europa. Sin embargo, muchos se quedaron en sus tierras y se arabizaron con la conquista musulmana del siglo VII. De esta manera, adopte el idioma árabe, y la cultura y religión musulmanas.
Benjamín H. Freedman, un judío converso al cristianismo, en su libro La historia oculta de los falsos hebreos, explica que la mayoría de judíos en la actualidad son descendientes del Reino de Jazaria, que existió entre lo que es hoy Ucrania y el Cáucaso. Bulán, rey del Imperio Jázaro, se convirtió al judaísmo y así muchos de sus súbditos luego se desplazaron a otros países europeos. De acuerdo con Freedman, el 90% de los judíos de la actualidad, no son semitas.
¿Una tierra sin pueblo, para un pueblo sin tierra?
La frase fue acuñada por el periodista británico de origen judío, Israel Zangwill. Se refiere a la supuesta tierra sin habitantes que encontraron los judíos, tras su llegada a tierras palestinas, con la creación del Estado de Israel.
Estas versiones difieren de la realidad, ya que a su llegada a territorio palestino la región de 25.000 kilómetros cuadrados, “era una zona eminentemente agrícola con un millón de habitantes, el 90 % de ellos árabes”, expone Izáskun Sánchez Aroca en su libro Palestina , ¿una tierra sin pueblo, para un pueblo sin tierra?
De hecho, en 1948, ocurre la Nakba , el desplazamiento forzado de cientos de millas de palestinos tras el despojo violento de sus tierras, por parte de los sionistas. ¡No era una tierra sin pueblo!
¿Un desierto?
En su libro Diez mitos sobre Israel, Ilan Pappé, historiador israelí, cita datos del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, que indican que “en 1800, Palestina se había convertido en un desierto. Cada año que pasaban la tierra se volvía más estéril, la deforestación aumentaba y las tierras de cultivo se convertían en desierto”.
El experto cita testimonios de historiadores sobre que el nombre “Palestina” se lo dieron los romanos a una tierra de “miel y leche”. Es decir, una región de suelos fértiles, abundante en minerales, agua, incluso, hidrocarburos.
Palestina “no era un desierto esperando florecer, era un país pastoral a punto de ingresar al siglo XX como una sociedad moderna, con todos los beneficios y hombres de tal transformación. Su colonización por el movimiento sionista se convirtió en este proceso en un desastre para la mayoría de los nativos que vivían allí”, declara Pappé.
Sionismo y judaísmo, ¿lo mismo?
El sionismo es un movimiento político creado por una persona que no quería estar relacionada con ninguna religión. Sin embargo, se le ha dado el tinte religioso para conmover a la masa de poblaciones cristianas y evangélicas.
Bajo ese esquema y el de la victimización, el Estado de Israel coloniza Palestina para fines políticos, estratégicos y hegemónicos en Medio Oriente. Pappé en su libro, exhibe que la idea del sionismo es representar a los judíos ya su religión, con los objetivos antes especificados.
Además, el historiador israelí reveló que la creación de un Estado judío siempre fue una idea menor entre los judíos ortodoxos. “No nos consideramos una nación, sino una comunidad religiosa, y por lo tanto no esperamos un retorno a Palestina”, cita en su libro.
En el contexto de la masacre de miles de palestinos en la Franja de Gaza, las comunidades judías en todo el mundo están al margen de las pretensiones israelíes. Alegan que “el objetivo mesiánico de Israel (es decir, del pueblo judío) no es la restauración de un Estado judío”. Asimismo, rechazan la sacralización de ese Estado.
¿Antisemitismo?
Aclarado el panorama sobre las pretensiones colonialistas del sionismo, en ese sentido, nos reafirmamos antisionistas, anticolonialistas y antiimperialistas y no antisemitas.
Este término fue acuñado en 1879 por el político y activista alemán Wilhelm Marr. Su idea era sustituir el término Judenhass ("odio hacia judíos") para darle peso a su teoría.
Con la expulsión de más de ochocientos mil palestinos de sus hogares, tras el asentamiento de judíos sionistas en territorio palestino en 1948, a quienes denunciaron estas actitudes violentas los llamaron “antisemitas”. Así sucede actualmente, cuando denunciamos el asesinato de más de cincuenta mil gazatíes.
No somos antisemitas, considerando, además, que los palestinos son semitas y que, gran parte de los sionistas son europeos.
POR SARAH ESPINOZA • @sarah.spnz
ILUSTRACIÓN ERASMO SÁNCHEZ