Nosotras las niñas de Sanare le decimos a nuestra comunidad, que somos lindas, fuertes, creativas, inteligente y poderosas
Todas somos hermosas de maneras distintas.
Ya no queremos escuchar más palabras feas.
Merecemos respeto a nuestro cuerpo, emociones e ideas.
Queremos jugar a que somos princesas soñadoras y libres.
Queremos soñar que lo imposible, se vuelve realidad.
25/11/24. Con una trayectoria de veinte años como cuentacuentos y una década de experiencia como educadora popular, Mharyha Morales, se planteó la creación de una escuela pensada para abordar temas como la Violencia basada en Género (VbG) con las niñas, y, de esta manera, darles las herramientas para ser libres.
...un espacio de encuentro que trabaja con las niñas temas como la educación menstrual, prevención del abuso sexual, la amistad entre niñas, espacios seguros, proyectos de vida, el embarazo adolescente o temprano, estereotipos de género, roles, estereotipos de belleza, entre otros.
Durante la pandemia, la idea era crear una presentación de cuentos para las infancias, aunque los planes no se concretaron, en 2021, surgió el plan vacacional “Nos Crecieron Alas”, cuyo objetivo sería tratar con las niñas, lo que se venía conversando con las mujeres adultas, “pero desde una perspectiva lúdica, divertida, con canciones, con actividades plásticas, de colores, de música”, agrega Mharyha.
Desde ese momento, con el apoyo de organizaciones como Micelias, emprendieron este vuelo de mariposas.
“Escuela de Niñas Libres”
Un día, Mharyha, ahora directora de la escuela, asistió a una charla sobre ausentismo escolar. Allí el término “pobreza menstrual” resonó en su mente. Por esa razón decidió retomar un cuento que había escrito en 2020 durante el confinamiento: Rojita es mi luna, lo que le dio empuje al proyecto que denominó Escuela de Niñas Libres.
Es un espacio de encuentro que trabaja con las niñas temas como la educación menstrual, prevención del abuso sexual, la amistad entre niñas, espacios seguros, proyectos de vida, el embarazo adolescente o temprano, estereotipos de género, roles, estereotipos de belleza, entre otros.
Para abordar cada tema, Mharyha emplea con niñas de siete a catorce años de edad el juego y la pintura como elementos centrales. Porque así se conectan con lo que son, con los colores que les gustan y desarrollan la expresión plástica.
En 2021, esta escuela itinerante emprendió su camino barrio a barrio, escuela a escuela, y ha llevado abrazos a más de 650 niñas, en comunidades de nuestro país.
“Rojita es mi luna”
Este es uno de los programas más relevantes de la Escuela de Niñas Libres, y está enfocado en la educación menstrual desde una perspectiva feminista y lúdica. “Queremos desmitificar lo que hay en torno a la primera menstruación y trabajar también anatomía desde una mirada de género”, señaló Mharyha con convicción.
Pese a que la escuela está dirigida a la atención sólo de niñas, en el programa “Rojita es mi luna” se planifican encuentros “para hablar de pubertad y estereotipos de género con los varones”. Nuestra entrevistada añadió que el motivo es educarlos para que dejen a un lado la violencia y el acoso hacia las niñas que menstrúan o que están experimentando cambios.
Gracias a este programa han entregado, con mucho esfuerzo, 93 Kits “Rojita es mi luna” que incluye un bolsito con un paquete de toallas desechables o de tela, un calendario menstrual, un jabón de avena y una panty.
Con las comunidades
Las formadoras de la escuela disponen de talleres para las mamás, papás, personas que cuidan y comunidad educativa. Allí reciben información para que puedan acompañar a las niñas en los diferentes temas que se abordan, sobre todo, el de la menstruación.
El último programa creado por la escuela se llama “Las niñas quieren llegar”, que busca empoderarlas mediante encuentros con mujeres científicas y profesionales. Mharyha contó que muchas mujeres de las comunidades visitadas, se han acercado para contarles a las niñas, “sus historias de vida y de superación… con el fin de servir de inspiración para que se motiven a continuar sus estudios hasta niveles universitarios y más allá”, enfatizó.
Muchas comunidades e instituciones educativas las llaman para recibir los talleres. “Les gusta la dinámica, lo lúdico, el juego”. Además, les atrae el amor con el que las formadoras tratan temas como el de la menstruación, lo que ha ayudado a sensibilizar a una gran cantidad de personas.
“Un vuelo de mariposas”
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora el 25 de noviembre de cada año, la escuela planea una actividad llamada “Un vuelo de Mariposas” en homenaje a Julieta Hernández. El evento se realizará para recordar a la artista venezolana, así como a otras mujeres víctimas de VbG. Además, promoverá la importancia de la educación menstrual, la autonomía corporal y el autoconocimiento.
La Escuela de Niñas Libres enfrenta el desafío de operar sin financiamiento. Aun así, las formadoras sueñan con expandir su alcance a más comunidades en el país. Han realizado actividades en varios estados, como Lara, Barinas, Caracas, Zulia y La Guaira, pero la falta de recursos logísticos limita su capacidad para visitar nuevos lugares.
“Por allí vamos, es nuestro camino, esperamos seguir abonando, seguir sumando voluntades, que logremos el año que viene algún financiamiento, para que esto que venimos sosteniendo unas pocas, pueda contar con un piso sólido que nos permita llegar a más niñas, permanecer más tiempo con ellas, que puedan crearse espacios permanentes con personal, con gente, con mujeres allí, al cuidado de ellas”.
POR SARAH ESPINOZA • @sarah.spnz
FOTOGRAFÍA CORTESÍA