12/12/24. Es curioso cuando Erin cuenta que desde muy pequeño le interesó la música y que incluso, le pidió moneditas a su mamá para ir a escuchar canciones en una rocola, en su Puerto La Cruz natal, según le contaba su hermana mayor, Francisca Vargas. Tendría unos cuatro años y recuerda que en sus juegos y fantasías de niño, siempre cantaba. Tuvo un hermano, Guillermo, que tenía un dúo donde cantaba y tocaba guitarra y como dejaban la guitarra en la casa, comenzó a experimentar con ella ya que él se quedaba en los ensayos para ver cómo hacían para tocarla y así aprendió.
A los trece años ya tocaba algo de guitarra y armó su primer grupo con un chico trinitario. Dos años después descubrió que la música se escribía y comenzó a buscar información.
En casa, la música reinaba. Cuenta que su mamá, Carmen Ramírez, ponía la radio y le gustaba escuchar música oriental pero también escuchaba la Billo's, Ray Barreto, entre otros. Erin llama a estas influencias, como de sangre. A los trece años ya tocaba algo de guitarra y armó su primer grupo con un chico trinitario. Dos años después descubrió que la música se escribía y comenzó a buscar información. Sin embargo, cuenta que un gran asombro y descubrimiento fue cuando escuchó a Los Beatles, The Mamas and The Papas y el Quinteto Contrapunto.
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A los dieciséis inicia estudios formales de música en la Escuela Superior de Música José Ángel Lamas comenzando con solfeo y guitarra. Luego inicia estudios con Violeta Lares y Flor Roffé de Estévez, en la Escuela de Pedagogía Musical, donde se graduó como compositora y educadora musical, siendo además su directora en el año 1987.
Cuando habla de sus influencias, dice que hay influencias inconscientes y las conscientes. Las inconscientes serían toda esa música que él escuchaba sin tener preferencia por ella. Por ejemplo, los Indios Tabajara, que tocaba su hermano. Y están las conscientes, como toda la música que ha tenido la oportunidad de elegir. Pero cuando creció y pudo conocer más lo que implicaba las melodías y armonías, se dió cuenta que aquella música era una muy buena.
Luego, estudió música contemporánea con los maestros William Banch y Alfredo del Mónaco. Por esa época, fue becado por la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho para seguir estudios musicales en los Estados Unidos, que hizo en cinco años y obtuvo la Licenciatura en Composición Musical por la Universidad de Missouri, Kansas City. Allá sus maestros fueron, Gerald Kenmer y James Mobberley, entre otros.
Como guitarrista, actualmente, está interpretando muchos covers populares de música pop, brasileña y venezolana para eventos privados e igualmente preparando varias piezas académicas de Johann Sebastian Bach y Antonio Lauro, que lo apasionan.
Como compositor, experimentó con música atonal, dodecafónica, impresionista y aleatoria. Igualmente, ha realizado composiciones de música popular con sistemas tonales más conocidos y declara que su gusto se va más por este tipo de música. Tiene compuesto un merengue venezolano para clarinete, piano y corno francés, otra electroacústica para guitarra y cinta magnetofónica, entre otras.
Al hablar de la gente que admira, destaca a sus profesores: Federico Ruíz, que fue con quien aprendió los elementos de la música. También, Violeta Lares, su profesora de armonía y de gran influencia para él, y Antonio Estévez, uno de los más importantes compositores del país.
Como educador, fue profesor de armonía en la Escuela Juan José Landaeta, profesor en la UPEL del 1987 a 2018, en el Pedagógico de Caracas, fue Jefe de la Cátedra de Semántica e Investigación Musical del Departamento de Arte. Forma parte del Foro Latinoamericano de Educación Musical (FLADEM). Además, investiga el silencio y su aplicación en la educación musical y es profesor de Biodanza.
Les dejo sus redes: Instagram: @erinmusic54 y @erinvargasr
YouTube: erinvargascreatividadmusical y erinvargas5728.
POR ROCÍO NAVARRO AMARO • epale.rocio.navarro@gmail.com
FOTOGRAFÍA DENNYS GONZÁLEZ • @dennysjosegonzalez