09/01/25. Apenas hemos publicado los datos personales en la agenda del año y ya es evidente que la migración será uno de los grandes temas del 2025. La primera causa es que esta trama viene indeteniblemente ganando espacio en las últimas dos décadas. La segunda es que se ha convertido en el centro de la construcción del discurso de la ultraderecha en muchos países. La tercera que es un punto central en la agenda de Donald Trump.
Desde los años ochenta se evidencia cómo más mujeres son sujetos activos e incluso solitarios de estos caminos, donde se encuentran, por ejemplo, con un gran riesgo de violencia sexual.
En medio de todo eso, también existe una feminización de la migración. Todo un catálogo de situaciones que afecta en exclusiva o principalmente a las mujeres, adolescentes y niñas, que, además son cada vez más numerosas entre las personas que deciden migrar. Según las Naciones Unidas, las mujeres migrantes representan casi la mitad de los 244 millones de migrantes y la mitad de los 19,6 millones de personas refugiadas en el mundo. Al tiempo, que cuando estudiamos las causas que hacen más posible sufrir violencia, una importante es ser migrante y tener un estado migratorio irregular.
Esta migración no obedece tan sólo a acompañar al marido. Desde los años ochenta se evidencia cómo más mujeres son sujetos activos e incluso solitarios de estos caminos, donde se encuentran, por ejemplo, con un gran riesgo de violencia sexual. Con toda claridad, mientras más precario y desesperado sea el desplazamiento, más riesgos se enfrentan.
De estas notas que reposan en distintos informes desde hace ya varios años, volvemos al presente donde nos quedan las imágenes de la playa del Tarajal, en Ceuta, donde los temporadistas tuvieron que dejar su agosto ante la enorme cantidad de personas que desde tierras africanas llegaban a nado, y, la cada vez más caliente situación entre México y Estados Unidos, desde que este último país ha emprendido una cruzada contra los migrantes.
En esos potentes intercambios, justo el 4 de enero la presidenta mexicana contestó al magnate y próximo presidente de Estados Unidos exigiendo respeto para sus connacionales que habitan en el norte y recalcando que “si migraron fue porque son personas valientes que fueron a buscar mejores condiciones para sus familias”, una visión que nunca podemos dejar de lado, en especial, al pensar en las mujeres que migran, con los niños en el brazo, en el vientre o dejándoles atrás, con la idea de que esa será su única manera de obtener bienestar.
En toda evidencia, no es la migración lo que debe perseguirse sino las causas, las profundas desigualdades, la falta de oportunidades, los sistemas deficientes y también la mirada que nos convence que la única manera de vivir, el único espacio donde vale la pena estar es precisamente aquel que nos rechaza. Ojalá tengamos mejores condiciones para los migrantes, más dignatarias que defienden y humanicen el fenómeno y menos razones para irnos.
POR ANA CRISTINA BRACHO • @anicrisbracho
ILUSTRACIÓN ASTRID ARNAUDE • @loloentinta